Cuidados sobre el consumo de carne (Foto diario El Sol)

Los cortes más demandados son la molida común y el asado. Predomina el modo de pago con tarjeta de crédito. «La gente se endeuda para comer», dijo un carnicero.

La carne es uno de los alimentos que difícilmente pueda faltar en la mesa de los argentinos, pero durante la cuarentena el consumo cayó un 40%. El registro va desde marzo hasta la fecha y julio fue el peor mes por la falta de poder adquisitivo.

«La gente sigue consumiendo, pero menos. Sigue la modalidad de compra no por kilo, sino por dinero y, por lo general, la gente está llevando cortes más accesibles y no tanto de primera calidad», aseguró Carlos, un carnicero que ha observado que en su local las ventas ya no son las de antes.

Rubén abastece carne a varios comercios del Gran Mendoza y de la zona Este, y ha observado una baja considerable. «Desde que arrancó todo esto, me refiero a la cuarentena, el consumo comenzó a caer poco a poco y ha sido sostenido en el tiempo. Hoy la baja ronda el 40%», expresó.

El trabajador manifestó que la gente hoy elige cortes económicos y los que más salida tienen son la carne molida, sobre todo, la común, cuyo precio ronda los $220 y $240, frente a los $350 y $400 de la especial.

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La molida común es uno de los cortes más consumidos por los mendocinos

«Además, la gente como está más tiempo en la casa se da el gusto de prender fuego y ha consumido mucho asado. Ese sí ha sido uno de los cortes más elegidos durante la pandemia. El precio va entre $400 y $440 el kilo, el mismo precio que la blanda que notoriamente no ha tenido mucha salida», dijo Rubén.

El kilo de asado, dependiendo la zona, ronda los $400 y $450

A la hora de hablar de la metodología de pago, el abastero confió: «Hoy la gente se está endeudando para comer, es decir, no hace la compra con efectivo, sino que la mayoría paga con tarjeta de crédito y en un pago».

Para José Rizzo, presidente de la Cámara de Abastecedores de Carnes de Mendoza, la merma repercutió con mayor fuerza durante la primera quincena de julio por falta de dinero en la calle. Sin embargo son varios los factores que han afectado al sector.

«Problemas sindicales y exceso de lluvia, entre otros, han sido los inconvenientes que hemos sufrido y que, pese a ello, la cámara de matarifes de la provincia ha decidido sostener el precio y trabajar sin márgenes de ganancia esperando que se normalice el ingreso y los precios retrocedan», aseguró Rizzo.

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¿Qué pasa con el pollo?

El panorama no es alentador tampoco para los que comercializan pollos ya que, pese a haber lanzado un sinfín de promociones, durante la pandemia el consumo ha bajado notoriamente llegando a una caída del 30%.

«La gente viene al negocio y compra lo justo y necesario. Ya no compra para freezar o para realizar otra comida, sino que saca el día y paga con efectivo», expresó Adriana dueña de un local en Godoy Cruz.

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