Por Fer Tau

Faltan solo dos semanas para la primavera, en esta cuarentena que se hace casi eterna. Casi pasó el invierno y casi no nos dimos cuenta. Todo casi, porque no sabemos para dónde correr.

Tenemos en claro que la confusión es clarísima desde el mismo presidente pasando por Ginés Gonzales García (que tiene en claro que China está muy lejos, pero el Covid llegó en correo expreso a los pocos días de mencionarlo), el gobernador Rodolfo Suarez y hasta el mismo Juan Manuel Ojeda.

A propósito de Ojeda, me hace recordar a Sergio Goycochea en ese partido del mundial de Italia 90 contra Brasil donde se atajó todo lo que le tiraron y lo que no, pegó en el palo.

Volviendo al tema cuareterna. Espero que este partido termine cuanto antes ya que es una situación única. Siempre dije que, si ese partido contra Brasil lo jugamos diez veces más, perdemos las diez, pero en este en el que estamos metidos, por ahora venimos bien, zafando, ya que no sabemos qué hacer. Por favor, que termine rápido, ya, si es posible, así podemos empezar la reconstrucción del tendal que está dejando en todos nosotros.

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Staycations, la nueva manera de vacacionar

Se viene una nueva ola en las vacaciones y se llama Staycations que, en traducción rápida, significa quedarse de vacaciones cerca de casa.

Pandemia y cuareeterna mediante, sin poder salir del país ni de la provincia, hay que ingeniárselas para descansar cerca de nuestro lugar de residencia y para que sean vacaciones, que las neuronas descansen, tenemos que elegir un lugar cómodo y que se pueda disfrutar como lo harías en la casa que alquilarías en el lugar que elegiste para vacacionar.

Para explicarlo en pocas palabras, a mal tiempo buena cara.

Disfrutemos de esta nueva tendencia por obligación, seguramente van a aparecer oportunistas que nos van a fajar en el alquiler de la casita para vacaciones como si estuvieses en el mejor lugar de Pinamar, para que eso no pase y aun estemos en pandemia, pensemos con ilusión que esto se flexibiliza a fin de año. Tanteen precios ahora, porque si lo dejamos para diciembre, van a tener menos oportunidades de conseguir algo. Adelantémonos a la jugada y pensemos ahora.

Recuerden que no todo es alquilar algo, en Malargüe tenemos muchos lugares para acampar, con o sin carpa propia, como las Termas del cajón, Castillos de Pincheira, Valle hermoso, Laberintos Carmona, el camping municipal, Los molles, Parador Poti-Malal, Agua Escondida, y seguro que se me está escapando alguno que no recuerdo ahora.

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Y seguimos con el verbo ramonizar

Al diputado nacional José Luís Ramón se lo comió la angurria aspiracional de creer que pertenece a la nobleza.

Sabemos que la casta política se autoconvenció que son nobles, autosuficientes que se alimentan parasitariamente del Estado, es una gran estructura con muchos cargos bien pagados.  

¿De dónde salen los billetes para mantener a estos nobles? De tus impuestos, vos le pagas el sueldo cada vez que haces una compra o gasto de cualquier tipo. Entonces, tenés derecho a enojarte cuando estos personajes trajeados se mandan una macana y se la creen que no te tienen que explicar nada, y no tiene que ser de esa manera.

Ahora sí, llegamos al momento que entra en escena J.L. Ramón ¿Y por qué? Sé de gente que, en el 2017, disconforme con los candidatos que estaban en la lista sábana del Cambiemos y sin ganas de votar a la lista sábana K, apareció en el horizonte el amigo Ramón, con su manta al hombro, megáfono en mano y una camionetita destartalada. Con este armamento propaló su mensaje, que era honesto, que lo hacía por todos, que quería patear el tablero y poner al consumidor en el centro de la escena. Cayo simpático, lo votaron y entró. Qué bueno, por fin alguien del pueblo entra a la cámara de diputados.

Dice la frase de F. Nietzsche “quien con monstruos lucha cuide de convertirse a su vez en monstruo”. Y esto ocurrió, tanto fue Ramón, como el Quijote contra los molinos de viento, que, siendo más bicho, creyó que nunca los podría derroyar, entonces terminó vendiendo el alma al diablo y convirtiéndose en monstruo, defraudando a sus votantes. Ahh, pero ya hablamos de esto en otro fin de semana y coincidimos en una actualización del calificativo borocotizar, paso a llamarse ramonizar, que ya es una mala palabra.

PUBLI 5 AGOSTO 2020

Mendocino gana 100 millones en el quini6

Un vecino de la ciudad de Mendoza embocó los seis números del Quini 6 y se ganó cerca de $100.000.000, lo escribo así, con números, para que la cifra parezca más grande.

Un golpe de suerte lo puede tener cualquiera, a mí todavía no me señaló la fortuna, así que sigamos trabajando.

El tema es el siguiente, acerca de este afortunado mendocino. Es increíble, no que haya ganado, sino que es la única posibilidad de hacer fortuna en estos tiempos complicados es acertar en la lotería. Creo que algo está fallando en el Estado que nos está sacando hasta las ganas de trabajar, es como si al burro lo haces tirar del carro escondiéndole la zanahoria. Con que ganas seguís esforzándote si ni zanahoria tenés adelante para intentar alcanzarla.

En los tiempos postpandemia se vienen momentos difíciles donde el Estado tendría que ser eso, Estado y no un ente de unos pocos o de uno solo. Donde las reglas sean claras, a largo plazo y donde cada sector, más allá de su ideología, tiren para el mismo lado, el bienestar común.

Esto no es una partida de T.E.G. donde hay que lograr el poder absoluto y destruír al enemigo. ¿Qué pasaría si en esta supuesta partida de T.E.G., el que va ganando cómodo y casi saboreando el triunfo empieza a tener mala suerte con los dados está a punto de perder? ¿Pedirá clemencia y que respeten sus derechos cuando nunca respeto los de su casi victima? No sé, tal vez la democracia está pasando de moda.

¿Después de la pandemia, cual será el nuevo paradigma?

PUBLI 6 AGOSTO 2020
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