Por Fernando Taubenschlag

Buen día y feliz domingo desde mi oficina ubicada en Av. Roca 0, si al 0 (cero por si no me explique bien.) y ¿Por qué cero? Las grandes cosas ocurren en las principales oficinas del mundo, en Argentina, la principal oficina está en Balcarce 50, que es la dirección de la mismísima Casa rosada. Otra dirección está ubicada en el 10 de Downing streeet, en Westminster, Londres, donde el primer ministro británico decide los destinos del Reino Unido, de Europa y de diferentes rincones del mundo.
En Roca 0 es otro rincón del mundo, más terrenal, más cercano y más nuestro. La ubicación de la oficina no es caprichosa, es una certeza, por aquí pasa todo lo que pasa en Malargüe, desde lo que empieza, con los nacimientos, a dos cuadritas de acá, en el hospital. Los que se van rumbo al sur, ya sea por la larga, casi eterna, ruta 40 o los que se van y se quedan un poco más cerca, al Este de la 40 frente al barrio Güemes. Además, en esta humilde, pero oidora oficina, ubicada debajo del reloj, se ve todo, se escucha todo, eso es muy bueno porque de aquí sale el material y los temas que leerán los domingos malargüinos, no personas que se llamen domingo, sino todos los malargüinos que se despierten el día domingo y ojeen digitalmente Ser y Hacer Malargüe.
Será una columna de opinión de lo que pasó en la semana y los temas que se han conversado en las veredas, en los grupos de WhatsApp y, más adelante, cuando pase la cuarentena que se está estirando como si la programaran con la zanahoria con la que hacen tirar del carro al burro, cuando parece que llegamos, la zanahoria sigue ahí, lejos, inalcanzable, pero seguimos andando a ver si la alcanzamos. Bueno, cuando vuelvan los asados, reuniones de café, de Mary Kay o de ollas Essen, la gente habla y cuando habla, se conversa de lo que pasa acá y en el mundo. Esos temas estarán resumidos en esta columna.
Dicen que las crisis son oportunidades según un adagio chino. Crisis y transición van de la mano, dejan enseñanza. La verdad es que no sabemos dónde estamos parados ni a dónde vamos, pero aunque parezca que estamos quietos, vamos en movimiento. Ya nos enteraremos por los golpes que nos dimos.
Hoy le pedimos a nuestra clase política que se dé cuenta que una Presidencia del Concejo Deliberante no se puede definir con una carrera de barquitos en la acequia o tirando la taba, que es más tradicionalista que una moneda que nunca supimos de qué denominación era, ni si salió cara o ceca, pero ganó Martin Palma, al que le deseamos éxito en el manejo de nuestros destinos desde su cargo. Como también a los 10 concejales, déjense de jorobar, si los niños están construyendo su futuro con sus padres y maestros por internet, por qué ustedes, los concejales, que son solo 10 no pueden reunirse del mismo modo. Se inflan el pecho diciendo lo que donaron, con dinero que cobraron de nuestros impuestos, o sea que es nuestro y se lo ganaron trabajando cuando trabajan, pero se chicanean, ponen palos a la rueda de un Malargüe y un mundo casi inmovilizado, estamos siguiendo esa inercia, la de la casi inmovilidad. Los necesitamos con los pantalones largos, no desde la rosca de una mesa de Comité o de Unidad básica.
Que esa falta de movimiento no nos estanque en la mediocridad, que en el momento menos pensado, el mundo tomará nuevamente velocidad y nos va a agarrar dormidos.
Saludos, según el protocolo Covid-19, desde Roca 0. Cuidémonos, así podemos estar juntos nuevamente el próximo domingo en Ser y Hacer de Malargüe digital.