domingo, diciembre 22, 2024
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OTOÑO Y YOGA EN CASA

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Por: Profesor Carlos Darío Montiveros. Fotos: Carina Gómez.

El Yoga es un Arte milenario muy útil para lograr el equilibrio entre cuerpo y mente en esta época otoñal y poder hacer  frente al cambio de estación, sobre todo en este tiempo de cuarentena.

El otoño ha llegado hace unos pocos días y con este cambio estacional podemos observar que se producen alteraciones en nuestro biorritmo. El trastorno afectivo o emotivo estacional, llamado también astenia otoñal, afecta a mujeres y a hombres, produciendo en los mismos debilidad, cansancio, tristeza,  ansiedad, insomnio  y en algunos casos hasta depresión. En este periodo de adaptación, caminar, hacer actividades físicas al aire libre, ayudará a exprimir las horas de luz y aumentar la serotonina u hormona del humor.

Como dijimos, la práctica del Yoga, las respiraciones profundas y la meditación aportarán energía positiva para enfrentar los cambios que el otoño produce y para ello, en este artículo te dejamos  unas posturas fáciles o básicas de las cuales puedes echar mano.

Postura A:

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Desde la postura de cuatro apoyos o gato sacas hacia el lateral correspondiente tu pierna izquierda, y llevas hacia atrás como lo realiza Cari en la foto, tu pantorrilla izquierda y pie. Mantienes firmes  abdomen y glúteos. Tomas una respiración profunda y exhalas girando tronco cuello y cabeza hacia el frente y hacia arriba.  Elevas bien en alto tu brazo izquierdo. Realizas tres respiraciones profundas, vuelves al gato y ejecutas la misma postura hacia el otro costado. Puedes usar un almohadón para apoyar tus rodillas si sientes molestias.

Postura B:

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Te ubicas de pie con el tronco bien erguido y das un paso largo con tu pie izquierdo, flexionando la rodilla y cuidando que la misma no sobrepase la punta del dedito  gordo para no dañar las articulaciones correspondientes, bajas las caderas y estiras lo que puedes tu pierna derecha hacia atrás. Creces bien hacia el cielo elevando tus brazos y entrelazando los dedos de tus manos dejando los índices libres y apuntando hacia el sol. Mantienes activos glúteos y caderas. Respira profundamente tres veces como si quisieras absorber toda la luz del astro rey imaginando que eres un guerrero dispuesto a vencer toda adversidad. Desarmas la postura y la realizas hacia el otro lateral.

Postura C:

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Partiendo desde la postura de pie, con tus piernas al ancho de caderas, miras un punto fijo, para no perder el equilibrio. Piensa que eres un danzarín dispuesto a no caerse en ningún momento.

Inhalas profundamente y exhalando elevas tu pie derecho y con tu mano derecha te tomas del empeine. Sigues respirando concentrado en tu ejercicio y empujas hasta donde puedas con el empeine tu mano, mientras que elevas hacia el sol tu brazo izquierdo, juntando pulgar e índice.

Mantén el equilibrio hasta donde llegues , desarma lentamente y repites lo mismo hacia el otro sentido. Si te cuesta el equilibrio puedes usar una silla o una pared  para realizar esta postura, apoyándote en las mismas.

Postura D:

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Desde la postura de cuatro apoyos o gato, empuja con los pies elevando las caderas hacia el cielo hasta que el coxis quede bien en lo alto. Puedes mantener los talones elevados, las rodillas semiflexionadas, estirando toda tu espalda y llevando  el pecho  hacia abajo. La cabeza cae floja entre los brazos, sin tensionar  el cuello. Te relajas en la postura manteniendo dos  respiraciones profundas. Sientes que todo tu pecho se llena de sentimientos gratos.

Luego trasladas un poco hacia el medio tu pierna izquierda y con una exhalación prolongada elevas tu pierna derecha. Respiras en la postura hasta donde puedas y desarmas. Vuelves a la postura del gato y realizas la misma figura hacia el otro costado.

Postura E:

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Ubícate con los pies ligeramente abiertos, superando el ancho de los hombros, con los brazos extendidos a los laterales. El pie que está adelante se dirige hacia el frente y el otro gira 90 grados. Coloca tu mano sobre la pierna delantera, mantiene la espalda recta y el pecho abierto, levanta el brazo opuesto, saca la cadera hacia el lateral, bajando el torso hasta donde llegues. Como te digo siempre mantén respiraciones bien profundas, desarmas lentamente y realiza la postura hacia el otro lado.

Luego de estas posturas relajas como lo indica la foto siguiente,  en la postura del niño. Sigue absorbiendo la energía vital existente en el universo  llamada Prana.

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