El ex diputado nacional Luis Petri manifestó en las últimas la necesidad de volver a debatir sobre minería y propuso hacer un plebiscito al respecto.
Se trata de un político que ha sido legislador, es decir que ha formado parte del gobierno de Mendoza y como tal conoce que desde el año 2005 hasta ahora los niños y adolescentes de la provincia han sido formados para rechazar a la minería como actividad económica.
Tanto en escuelas y colegios se vino inculcando a niños y adolescentes que la minería trae problemas, que causa perjuicios y hasta se la ha comparado con la muerte.
En el libro «Minería: Perón y después» (Editorial Dunken, 2021) hemos hecho una descripción detallada de esa «concientización» y también mencionamos a los políticos mendocinos que, por acción u omisión, apoyaron esas ideas y su difusión a la comunidad.
Como consecuencia de esa «concientización», alentada por muchos políticos en busca de votos y permitida por las autoridades educativas, una buena parte de nuestros ciudadanos han incorporado en su cultura eso que aprendieron desde niños. Si se hiciera un plebiscito seguramente todas esas personas votarían en contra de la minería porque eso es lo que les han enseñado cuando eran chicos.
Además, hay una organización ecologista foránea que está esperando la realización de un plebiscito para repetir lo que hicieron en Esquel veinte años atrás. En aquélla oportunidad contrataron al mejor conductor televisivo de ese momento y a famosos artistas argentinos para llevar a cabo una costosa campaña publicitaria en contra del desarrollo minero argentino cuyo resultado fue un aplastante triunfo del «no a la mina». Conociendo los antecedentes de esa ecologista no nos cabe ninguna duda de que están dispuestos a repetir aquélla exitosa experiencia, esta vez en nuestra provincia.
Mendoza necesita sumar la exploración y la explotación minera a sus actividades productivas existentes. Eso significa ampliar la matriz productiva provincial. Sin quitarle nada ni perjudicar a nadie, con el objeto de mejorar las condiciones económicas y sociales de las familias que hoy sufren las consecuencias de la pobreza, el desempleo o el empleo precario.
Para ello nuestros políticos deberían darse cuenta del grado de responsabilidad que les cabe en el crecimiento de la «concientización» antiminera ocurrida en las dos últimas décadas. Tal vez deberían cambiar su propio discurso apelando al asesoramiento de profesionales idóneos en la materia y, lo que es más importante, deberían procurar que los mensajes, consignas y proclamas que les llegan a las escuelas y colegios sean reemplazadas por una educación formal que explique, enseñe y transmita cuál es el verdadero rol de la minería como sostén de todas las industrias, de las ciencias y de las tecnologías modernas.
Por Eddy Lavandaio. Geólogo. Matrícula COPIG 2774A. Autor de «Minería: Perón y después», Editorial Dunken, 2021 (Opinión también publicada en otros medios).
Para hacerte llegar lo que pasa en Malargüe y en la provincia de manera personal, te invitamos a que seas parte del grupo de WhatsApp de Ser y Hacer en donde sólo recibirás noticias, en ningún momento estará abierto, por lo que sólo te llegará lo que subamos a nuestra web. Te dejamos el link para que te puedas unir: https://chat.whatsapp.com/KwtQUTtFgO0E4Ll2gnd3Gx