Las empresas mineras canadieneses Agnico Mining y la Pan American Silver hicieron una oferta formal para comprar Yamana Gold, que posee los derechos sobre el yacimiento de oro Don Sixto, ubicado en nuestro departamento. Se lanza una carrera de cinco días para que la sudafricana Gold Fields iguale ese ofrecimiento.
La empresa Gold Fields tenía casi cerrado un acuerdo para quedarse con Yamana Gold, la compañía dueña de los derechos para explotar el yacimiento aurífero Don Sixto, en Malargüe. Sin embargo, este fin de semana, un remezón sacudió sus oficinas en Johanesburgo: las firmas canadienses Agnico Mining y Pan American Silver se unieron, mejoraron la oferta de los sudafricanos, y quedaron en primer puesto para lograr la operación. Eso implica, entre otras consecuencias, que desembarcarían en Mendoza.
Yamana, también canadiense, posee la mina Don Sixto desde hace más de 10 años, pero jamás ha podido explotarla, porque la obtuvo luego de que se hubiese sancionado la ley 7722. Desde hace tiempo está decidida a deshacerse de activos en el sur del continente, y ahora quedó en el medio de una multimillonaria puja entre tres colosos del sector.
Agnico, cuyo nombe está formado por los símbolos atómicos de la plata, el níquel y el cobalto (Ag, Ni, Co) estrechó manos con Pan American, y sobre el final de la última semana, ambas formalizaron su ofrecimiento: una cifra que supera los 6.500 millones de dólares con los que, según trascendió, Gold Fields estuvo a punto de sellar el acuerdo.
«La Junta Directiva de la Compañía ha determinado, de buena fe, después de consultar con sus asesores financieros y legales externos, y con la recomendación unánime de un comité especial de directores independientes, que la nueva oferta constituye una propuesta superior, de conformidad con los términos del acuerdo entre esta compañía y Gold Fields, del 31 de mayo de 2022».
Con esas líneas, lo que anunció el comunicado de Yamana fue que empieza una nueva etapa de las negociaciones: hasta el próximo lunes, está abierto el período para utilizar lo que se denomina «Derecho de Equivalencia». Es decir que los directivos sudafricanos tienen tiempo de empatar o mejorar lo que sus competidores pusieron sobre la mesa hace días.
A Mendoza no la afectaría en lo inmediato. A diferencia de las especulaciones que se hicieron cuando el vínculo comenzó, ahora es claro que el gobierno local mantendrá su firme postura de no avanzar en cambios legislativos en torno a la actividad. Por lo menos hasta el año que viene, según lo han manifestado en el círculo de Suarez.
La historia de la mina Don Sixto
Su potencial fue descubierto en 1996, cuando aún tenía otro nombre: «La Cabeza». Está enclavada 180 kilómetros al oeste de la Ciudad de Malargüe y se estima que tiene una capacidad de 1.3 millones de onzas de oro (65% de la producción anual esperada en todo el mundo). Esos números llamaron la atención de varias multinacionales, aunque finalmente la primera en quedárselo fue Exeter Resource Corporation -otra canadiense-, en el año 2000.
Exeter se quedó con el yacimiento y luego lo manejó a través de su firma local Extorre, que fue la encargada de ampliar los márgenes de la mina a través de la compra de una finca llamada «El Pantanito». Con esa transacción, el espacio utilizable alcanzó las 8.000 hectáreas y más tarde pasó a su denominación actual: «Don Sixto», en honor a un puestero que vivió durante varias décadas en la zona.
Los extranjeros conocían su prodigioso potencial, porque entre enero de 1998 y diciembre de 1999, la compañía australiana Sandercock & Associates actualizó y profundizó muchos de los estudios realizados en el lugar. Sin embargo, los planteos ambientalistas y antimineros se fueron sucediendo hasta frenar los avances. Sobre todo, llegaron desde dos de los puntos contiguos al yacimiento: General Alvear y la ciudad de Santa Isabel, en el departamento pampeano de Chalileo.
Sin importar eso, y tras un pago de casi 395 millones de dólares, Yamana Gold compró las acciones ordinarias de Extorre a finales de 2011 (en una compra que terminó consolidándose al año siguiente). La operatoria los hizo acreedores del 100% de del proyecto Don Sixto, paralizado desde hacía cuatro años por la sanción de la ley 7.772 y en medio de una diatriba judicial por su constitucionalidad. Aun así, sus dueños decían ser optimistas y creían poder «mostrar que es viable y sustentable para las comunidades».
La actualidad de Yamana Gold y su vínculo con Mendoza
Los canadienses tienen dos proyectos fuertes, que -a diferencia del mendocino- ya funcionan. Uno de ellos es Mara, en Catamarca, del que se cree que puede generar más de 1.200 millones de dólares anuales por los próximos 27 años (claro que son cifras fluctuantes y de rendimientos no uniformes). Estiman que ofrecería, en total, 7.4 millones de onzas de oro; a cambio de U$S 2.996 millones de inversión.
El CEO de Gold Fields, Chris Griffith, fue uno de los que había festejado a través de un comunicado oficial de la firma, aquel 31 de mayo: «Hoy anunciamos la adquisición de Yamana. Dos empresas con carteras, culturas y prioridades estratégicas complementarias. El resultado es un valor potencial mayor que la suma de sus partes», puntualizó en un video de poco más de un minuto.
Con la incorporación de Yamana, Gold Fields podría transformarse en la cuarta productora aurífera del mundo -según datos que ellos proporcionaron-. Además de aprobaciones de leyes bursátiles y del Tribunal de Justicia de Ontario, Canadá; ahora deberá afrontar la competencia con Pan American Silver y Agnico, lo cual se definirá en cuestión de días.
Fuente: Diario Uno.
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