El departamento sureño habilitó un juego mediante el cual, como su nombre lo indica, se enjabona a un cerdito para hacerlo resbaladizo y todos corren para intentar agarrarlo.
El Concejo Deliberante de Malargüe aprobó una ordenanza que habilita a las Asociaciones Gauchas y a los Centros Tradicionalistas a llevar a cabo los Encuentros Culturales y Costumbristas de Juegos Tradicionales y de Riendas.

Mediante esta ordenanza se aprueban vario juegos típicos, como carreras de sortijas, chicanas de las sillas, posta del poncho y el maniado. Pero hay una actividad en particular bastate polémica que ya generó repudio entre mendocinas y mendocinos.
Se trata del «Chancho enjabonado», juego mediante el cual, como su nombre lo indica, se enjabona a un cerdito para hacerlo resbaladizo y todos corren para intentar agarrarlo. Luego, el animal es sacrificado para ser comido.


Lisandro Jaeggi, de la Sociedad Rural de Malargüe, dijo: «Ese punto es un poco polémico, pero no debe tapar la intención de esta ordenanza que es regular la actividad. Necesitamos tener en claro cuáles son las actividades para que esas actividades se desarrollen sin problema y no haya motivos de suspensiones».
Por su parte, asociaciones de defensa animal como la Fundación Cullunche, Ya no mas perros y gatos en la vía pública, Refugio de Diego, ASOREVA, Defensores de Animales, el Dr. Alfredo Mellado y la proteccionista Liliana Diamand emitieron un comunicado conjunto en el que repudian este accionar.

«Entendemos y aceptamos que las tradiciones y cultura deben ser protegidas y resguardadas pero, el maltrato y sufrimiento animal no es cultura, ES TORTURA», manifestaron.
Y agregaron: «Nos negamos a aceptar que niños en cuya edad debe nacer la empatía, sensibilidad y respeto por los seres vivos más vulnerables, participen en eventos en los cuales se naturalice que para divertirse, esté bien hacer sufrir a seres sintientes».

«Con seguridad, esta ordenanza está dando nacimiento a una generación de niños en Malargüe que pronto serán insensibles, indolentes y faltos de respeto y empatía por los seres vivos. Auguramos una generación de personas violentas», aseguraron.
Y finalizaron exigiendo «que se derogue a la brevedad esta Ordenanza y se reformule con actividades que no impliquen el sufrimiento animal. No descartamos las acciones legales que correspondan para revertir esta barbarie».
Fuente: El Nueve.
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