Más del 50% de los alumnos de jardín de infantes mejoró su alfabetización, informó la Dirección General de Escuelas que culminó el informe sobre los resultados del programa “100 salas”.
A través de esta iniciativa, el Gobierno sumó una hora más de clases en un centenar de jardines que se ubican en contextos vulnerables y este 2023 busca incorporar más instituciones de toda la provincia.
De acuerdo con el documento que salió a la luz ayer, jueves 26 de enero, la extensión horaria, que se implementó a partir de junio en 96 salas de cinco años de Nivel Inicial, evidenció una mejora significativa en el desempeño de los estudiantes tanto en su alfabetización como en sus funciones ejecutivas.
De las conclusiones del trabajo se desprende que el 59,5% de los niños mejoró su puntuación en la evaluación de escritura. Mientras que 52,5%, logró avances en lectura.
En tanto, el 63,1% de los estudiantes dio un salto en los índices que evaluaron las funciones ejecutivas, que son el conjunto de capacidades mentales necesarias para controlar y autorregular la propia conducta.
Silvina Del Pópolo, directora de Planificación de la Calidad Educativa de la DGE, explicó que el programa inició en junio con un pre test que les permitió establecer en qué condiciones arrancaban los niños con la hora extra de clases. Luego, en noviembre se realizó otro relevamiento para verificar los alcances de la propuesta que busca fortalecer y acompañar las trayectorias de los alumnos.
“El plazo (de cinco meses) es relativamente corto para la mejora obtenida”, destacó Del Pópolo y detalló que durante ese tiempo “se implementó y se siguió en forma exhaustiva el programa de alfabetización ‘Queremos aprender’, que sistematiza la enseñanza de la lectoescritura desde la sala de 5”.
En este sentido, afirmó que, a partir de la información obtenida, se podrán abordar mejoras y establecer las intervenciones pedagógicas pertinentes, no solo en sala de 5, sino también en sala de 4 y jardines maternales.
El Programa tuvo un alcance de 1.581 estudiantes, distribuidos en 96 salas de nivel Inicial pertenecientes a 78 escuelas de la provincia. Las instituciones fueron seleccionadas basándose en el índice de vulnerabilidad escolar y el índice de vulnerabilidad de la trayectoria de los estudiantes.
Un dato que ponderó la DGE es que al comparar la media de los resultados de los estudiantes y después de la aplicación del programa, se evidenció que las salas que pertenecen al ámbito marginal lograron un mayor puntaje de mejora promedio en las escalas e índices que las salas de ámbito no marginal (rural y urbano), ya que los trabajos se intensificaron en estos sectores.
Los docentes que participaron de la iniciativa recibieron la remuneración correspondiente y fueron capacitados. Según las conclusiones del Gobierno escolar, los mismos maestros sugirieron en la encuesta continuar con la iniciativa.
El titular de la DGE, José Thomas, había adelantado que el programa se replicará durante el ciclo lectivo 2023 y que se extenderá a las salas de 3 que están en los SEOS (Servicios Educativos de Orientación Social).
Alfabetización temprana
La evaluación de alfabetización se realizó a partir de una muestra representativa de la población de niños participantes del programa (301 estudiantes) que fueron tomados al azar.
Se le realizaron dos pruebas donde los pequeños debían escribir y leer las palabras que fueron representadas en cuatro ilustraciones.
A través de un sistema de puntos -de 0 a 8- se valoró si podían escribir la palabra completa, al menos dos letras o ninguna, y lo mismo ocurrió con la lectura de términos.
El 59,5% mostró mejoras en su escritura; y el 5,3% de estudiantes de este total, pasaron de 0 a 8 puntos en el transcurso de los 5 meses de aplicación del programa.
El estudio revela, además, que en la evaluación de lectura, el 52,5% avanzó en lectura y, a su vez, el 5,1% de estos estudiantes que mostraron mejoras pasaron de 0 a 7 puntos. “La mayoría aumentó en un rango de 1 a 3 puntos (palabras) en el cuestionario”, se destaca.
Adaptarse a la escuela
Por primera vez, la DGE realizó una evaluación de las funciones ejecutivas en los niños (inhibición, flexibilidad, control emocional, memoria de trabajo, planificación y organización).
Se analizó el desempeño de 1.233 estudiantes (78% de la totalidad del programa) antes y después de la implementación de la hora extra de clases y se evidenció que el 63,1% de los estudiantes progresaron su índice global.
Las subescalas con mayor porcentaje de mejoras fueron: “Memoría de Trabajo”, que mide la presencia de dificultades en el niño para mantener la información en la mente; “Planificación y Organización”, que es la función que les permite establecer objetivos y cumplirlos; e “Inhibición”, que evalúa la presencia de problemas en el control de impulsos.
“Control Emocional”, en tanto, presentó los porcentajes más bajos, por lo que los especialistas de la DGE recomendaron profundizar a futuro su desarrollo en la aplicación del programa.
Y es que los chicos con dificultades en este dominio pueden presentar reacciones emocionales desproporcionadas con relación a hechos o situaciones aparentemente sin importancia o menores.
Al respecto, Del Pópolo señaló que “es importante que se empiece a detectar estos factores asociados al aprendizaje y a la capacidad de adaptarnos a nuestro medio, ya sea escuela o familia”.
Fuente: Diario El sol.
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