Ezequiel Toum, integrante del Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales (Ianigla), una de las áreas del Conicet, explicó por qué el 2023 fue un año atípico en cuanto a cantidad de nevadas en Mendoza, en medio de un pronóstico para los próximos años que no distan demasiado de la sequía que azota a la provincia desde el 2010.
Manifestó que las abundantes nevadas del 2023 se deben a la presencia del fenómeno de El Niño, que permanecerá hasta abril y luego entrará en una fase neutra.
Es decir que probablemente el 2024 sea un año con menos nevadas y que estas continúen decreciendo hacia el 2030, 2040 y 2050, según los pronósticos de los especialistas.
Según palabras del investigador, Mendoza tuvo en el 2023 buenas nevadas, no las más importantes en cuanto a registros históricos, pero sí mucho mejores que las de los últimos 13 años que fueron por debajo de esos registros.
Esto se debe a que en el 2023, estuvo presente el fenómeno de El Niño. Lo que provoca su presencia es el debilitamiento de un anticiclón, es decir un centro de alta presión ubicado en el Pacífico, aproximadamente en la misma latitud que Mendoza.
Este anticiclón es lo que genera estabilidad climática y lo que incentiva a que en Mendoza prevalezcan los días soleados y con temperaturas agradables.
El anticiclón impide el paso de los sistemas frontales que traen nieve a la cordillera. En invierno, este se traslada al Norte, razón por la cual puede caer más nieve. En el 2023, el fenómeno Niño intensificó lo antes dicho.
«En el 2024 el agua va a alcanzar y a sobrar, pero tenemos que ser conscientes que vivimos en una zona hidroclimática con mucha variabilidad en las precipitaciones, donde la mayoría de ellas están por debajo del valor promedio y lo que esperamos para las próximas décadas es que las precipitaciones en la cordillera vayan en disminución», sostuvo el investigador.
Sin embargo, este invierno el pronóstico indica que las condiciones relacionadas con el fenómeno del Niño, van a prevalecer hasta abril y luego pasarán a fase neutra. Es decir que las nevadas van a ser menores que las del 2023.
El especialista además es autor -junto a otros dos investigadores- de un informe denominado «La proyección de la oferta hídrica para la provincia de Mendoza en el 2030, 2040 y 2050».
Lo que sugieren los resultados de este informe es que las precipitaciones en cordillera van a disminuir y con el calentamiento global, la temperatura va a aumentar. Las condiciones van a ser mucho más parecidas a la sequía que ha sufrido la provincia desde el 2010, hasta el 2023.
Fuente: Diario Uno
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