Tras un 2024 marcado por precios en la ganadería estancados durante gran parte del año, el sector encara 2025 con expectativas renovadas y múltiples desafíos. Entre las oportunidades, destacan los precios del novillo gordo en pesos, que están en línea con el promedio de los últimos seis años, y cotizaciones en dólares que superan máximos históricos recientes.
Sin embargo, el contexto también trae retos significativos. El encarecimiento de los costos fijos exige más kilos de carne para cubrirlos, y problemas estructurales como el retraso cambiario y los derechos de exportación continúan limitando la competitividad internacional. Por otro lado, el consumo interno de carne vacuna sigue retraído, condicionado por la evolución salarial.
Diego Ponti, analista del mercado ganadero de AZ-Group, señala la necesidad de abordar problemas externos e internos. Entre las prioridades externas, propone eliminar la ganancia por tenencia, derogar derechos de exportación del 6,75% sobre novillos y diversificar mercados para reducir la dependencia de China. Internamente, destaca la importancia de la eficiencia productiva y económica, lo que implica medir y optimizar rendimientos.

“La eficiencia debe ser 360°, abarcando el campo, la comercialización y el manejo impositivo”, afirma Ponti.
El rol de la sostenibilidad también será central en 2025. Con una economía más estable, los riesgos productivos ligados al clima y la gestión ambiental tomarán protagonismo. En este marco, la ganadería mixta ofrece beneficios fiscales y estabilidad económica, consolidándose como una estrategia clave para muchas empresas.

La cría y la recría también enfrentan desafíos particulares. Aumentar la cantidad de terneros logrados por vaca en servicio y optimizar los planteos forrajeros serán esenciales para incrementar la carga animal por hectárea. Asimismo, la recría exigirá una gestión eficiente del pasto, ya que la ganancia diaria a campo será determinante para los resultados económicos.
En toda la cadena productiva, la calidad será un factor diferencial. Atributos como la grasa intramuscular comenzarán a trabajarse desde la gestación de los vientres y se medirán objetivamente en frigoríficos, fortaleciendo la posición del producto argentino en el mercado.
De cara al futuro, Ponti subraya la necesidad de un diagnóstico profundo de cada empresa para identificar puntos fuertes y áreas de mejora. “No hay recetas universales; será campo a campo. La clave estará en la eficiencia y la adaptación a las nuevas realidades del sector”, concluye el especialista.
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