Maximiliano Olmos, apasionado montañista, logró hacer cumbre en el Aconcagua, cumpliendo un sueño que perseguía desde hace diez años. El ascenso, que le demandó nueve días, fue una experiencia desafiante tanto física como mentalmente, pero dejó una huella imborrable en su vida.
En diálogo con Diario digital Ser y Hacer, Olmos relató que la planificación fue el aspecto más arduo de esta aventura.
“Decidir ir solo fue lo más difícil. Estudié mucho la ruta porque ya había intentado y no había podido hace ocho años”, explicó. Esta vez, su determinación lo llevó al éxito.

Maximiliano transitó el parque Aconcagua solo durante toda la travesía. “El octavo día llegué a la cumbre. Allí estuve 15 minutos en soledad, en un silencio absoluto y con un sol increíble. Fue hermoso”, destacó emocionado. Dos personas habían llegado antes que él, pero ese instante fue solo suyo.
El amor por la montaña nació hace una década. Desde entonces, ha participado en múltiples expediciones y alcanzado cumbres superiores a los 6.000 metros en dos ocasiones.

Olmos trabaja en las oficinas de la empresa MOL (Malargüe online) y dedica su tiempo libre al entrenamiento físico en los gimnasios locales Qbox y Potencia, donde se preparó intensamente durante dos años para este desafío.
“La preparación física y mental es un proceso largo, pero fundamental”, subrayó.

Maximiliano destacó que el mayor reto fue psicológico. “Pasar tantas horas solo en la carpa, con la mente volando, es lo más complicado. Creo que un 70% del desafío es mental y solo un 30% físico”, reflexionó. Sin embargo, el apoyo de su familia y amigos fue crucial para mantener su motivación.
El momento en la cumbre fue indescriptible. “A pesar del frío extremo y la nieve del día anterior, el sol salió cuando llegué. En ese instante, nada material importa; llenás el alma con lo intangible”, expresó conmovido.

De cara al futuro, su principal objetivo es completar sus estudios en la Escuela de Montaña, donde está a meses de recibirse. “Espero lograrlo en junio o, si no, en diciembre. Luego, seguiré apostando a la montaña y al deporte”, aseguró.
Además, Olmos extendió una invitación a seguir la página de Instagram @montana_malargue, un proyecto que comparte con su compañera Fernanda. A través de esta iniciativa, realizan salidas de trekking a la montaña de forma segura, buscando poner en valor la cordillera malargüina, la cultura local, los puesteros y fomentar el cuidado de los espacios recorridos.
Maximiliano Olmos es un ejemplo de determinación, esfuerzo y amor por la naturaleza. Su historia demuestra que, con dedicación y perseverancia, los sueños pueden hacerse realidad.
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