
Una familia sufrió el robo de su vivienda y, horas más tarde, el presunto autor volvió a ingresar utilizando la bicicleta que había sustraído previamente.

Gisela, vive en la Colonia Pehuenche sobre la RN 4O, relató que este fin de semana encontraron la puerta trasera de su casa violentada, los perros sueltos y desorden dentro de la vivienda. Los intrusos incluso encendieron fuego en el interior antes de llevarse pertenencias, entre ellas una bicicleta. «Nos habían robado herramientas y cosas pequeñas, pero lo más llamativo es que esa misma bicicleta, que en un principio tenia la rueda pinchada, la repararon y la usaron para volver a entrar en la noche», explicó.
Según contó, los hijos de la familia se encontraban en la vivienda cuando, pasada la medianoche, escucharon ruidos y sorprendieron a un menor en el ingreso. «Mi hijo lo demoró mientras llegaba la Policía porque encima venía en la bicicleta robada horas antes de mi propia vivienda», señaló. La policía llegó al lugar tras el aviso y realizó las actuaciones correspondientes.
La vecina destacó el accionar policial y de bomberos, quienes fueron los primeros en llegar al lugar, aunque señaló que el problema excede a la presencia de móviles. «Los patrulleros pasan siempre, pero creo que lo que se necesita es atender la raíz social y económica de estos hechos», afirmó.

Expresó, el menor aprehendido no recibió la visita de sus padres durante las horas que estuvo en la comisaría, lo que para ella refleja un trasfondo de abandono familiar y falta de contención. Además, aseguro que la propia madre del menor le facilitó la rueda de la bicicleta que repararon para volver a robar.
En Colonia Pehuenche, según testimonios de vecinos, se registran robos reiterados desde hace varios años. Gisela indicó que en su caso ya fueron víctimas de al menos ocho hechos, aunque solo denunciaron la mitad. «Muchas veces se nota que los autores son menores, por el tamaño de las zapatillas que dejan en los rastros», agregó.
La comunidad señala que las casas alejadas y con menor circulación son las más afectadas. «Parece que te vigilaran. Cuando salimos sentimos que nos observan, y aprovechan para entrar», expresó la vecina.

El pedido hacia las autoridades se orienta a medidas integrales. Además de la seguridad, los vecinos reclaman políticas sociales y educativas que permitan contener a los jóvenes en situación de vulnerabilidad y eviten que se repitan estos hechos.


