
El reconocido enólogo mendocino Alejandro Vigil sostuvo que los fondos de la minería podrían destinarse a obras de infraestructura hídrica. En Mendoza, donde la minería sigue siendo un tema sensible, sus declaraciones reavivan el debate.

En dialogo con el diario «Tiempo de San Juan», el enólogo Alejandro Vigil, director enológico de Catena Zapata y presidente de Wines of Argentina, sorprendió con declaraciones en las que pidió a los mendocinos “abrazar la minería” para financiar obras de infraestructura hídrica. En un contexto de sequía persistente y tensiones por el uso del agua, sus palabras vuelven a poner el tema en el centro de la agenda provincial.
Vigil afirmó que la minería podría convertirse en la fuente de recursos para encarar proyectos estratégicos, como el entubado de canales, fundamentales para mejorar la eficiencia en el uso del agua. “Tenemos que entubar el agua; entonces no vamos a estar discutiendo sobre si minería o no minería”, señaló en declaraciones televisivas.

El enólogo se sumó así a la visión de empresarios como Sebastián Halpern, quienes desde hace tiempo sostienen que sin fondos de la minería será difícil sostener la gestión hídrica en un escenario de cambio climático. Incluso recordó que ya existen proyectos avalados por el Banco Mundial para avanzar con obras de entubado en Mendoza.
En San Juan, las regalías mineras han sido utilizadas desde hace años para financiar infraestructura, incluidas obras vinculadas al agua. Según Vigil, Mendoza podría recorrer un camino similar, adaptando su matriz productiva a los desafíos actuales. Sin embargo, advirtió que la minería “debe pensarse muy bien” porque su control es complejo.

El planteo genera resonancias especiales en Malargüe, único departamento de Mendoza con ordenanzas que permiten la actividad minera metalífera bajo la normativa vigente, aunque con un debate social que continúa abierto. Para muchos sectores locales, la minería representa una posibilidad de desarrollo económico y empleo; para otros, un riesgo ambiental en un territorio ya afectado por la escasez hídrica.
La discusión cobra relevancia en el sur mendocino, donde la agricultura, la ganadería y la energía conviven con el potencial minero aún no desarrollado. En este escenario, las palabras de un referente internacional como Vigil aportan un matiz inesperado al debate que divide opiniones en la provincia.

El futuro de la minería en Mendoza, y en particular en Malargüe, dependerá de cómo se logre equilibrar la necesidad de nuevas fuentes de financiamiento con las garantías de cuidado ambiental y social que demandan los habitantes de la región.
Fuente: Tiempo de San Juan

