Por Eduardo Julio Castón

«Siempre las mismas preguntas», la frase le pertenece al gobernador de nuestra provincia, Alfredo Cornejo. La hizo prácticamente en el final de una conferencia de prensa que ofreció después de visitar e inaugurar las aulas modulares de la escuela Electromecánica Ingeniero Eugenio Izsaky y remató subrayando, «Si no les parece poco eso» en referencia a la concreción del tramo de la ruta nacional 40 entre el Sosneado y Pareditas con la conectividad que eso representa.

¿Sabe usted por qué algunos periodistas malargüinos desde hace algunos años hacen las mismas preguntas, gobernador?
Porque todavía no hay concreciones respecto a otros reclamos de obras que Malargüe necesita. No se trata de ser necios e ignorar lo que se ha hecho y lo que se hace. Pero el estado de la ruta desde Bardas Blancas y proximidades a Ranquil Norte es deplorable.
Es llamativo que el organismo vial nacional haya dejado pasar varios años y no cerrar el compromiso asumido cuando Rodolfo Gabrieli y Jorge Sovich, que eran los gobernadores de Mendoza y Neuquén respectivamente, de llegar juntos con obra terminada al puente sobre el río Barrancas.
Más cerca en el tiempo, por errores administrativos, esos casi 100 km se han judicializado. ¿Algún funcionario provincial o legislador nacional habrá visitado el juzgado donde duerme el expediente juntando tierra y pelusa?

Otra obra mucho más reciente también preocupa y permanentemente es fuente de consulta de los periodistas locales: Finalización del sistema de cloacas. Justo nos tuvo que tocar a nosotros con las medidas que adoptó el presidente Milei. Hay domicilios, especialmente en la zona este de la ciudad que revientan por el excremento. Usted, gobernador, el 16 de noviembre del año pasado anunció que Mendoza se iba a hacer cargo de los trabajos. Ahora, después de 10 meses, respondió que se está tratando de revertir el contrato donde la UTE se ha avenido a avanzar con la gestión. «No le queda tanto, queremos terminar cuanto antes«, justificó el mandatario mendocino.

También el déficit habitacional con bastante antigüedad en el departamento o un paso internacional Pehuenche que se ajuste a las demandas de la región con uso comercial e infraestructura adecuada, exigencias que por estas horas analiza junto a otras autoridades en la ciudad chilena de Talca, han sido inquietudes de los colegas locales que en el cuestionario han dejado de consultar por los fondos a modo de resarcimiento por los perjuicios ocasionados a Mendoza por la promoción industrial.

Más allá de la desilusión que quedó, que haya quedado afuera, marginado Portezuelo del viento, cómo Malargüe, nos preguntamos, no resultó beneficiado entre los primeros municipios con un proyecto que lleva años de espera.
Probablemente los dineros acordados hace días para avanzar con el polo industrial y de servicios en la ex fábrica Grassi provengan de esas partidas, pero no alcanza.
En definitiva, gobernador, flota en nuestro ambiente que el caudal electoral que posee Malargüe no mueve la aguja para cualquiera de los partidos, frentes o agrupaciones políticas que se disputan el poder, aferrándose además a la teoría según la conveniencia de ver el vaso medio lleno o medio vacío.
La dirigencia elije el primero, nosotros lo respetamos, pero nos perturba la otra mitad que ojalá algún día comience a elevar su volumen.

