
La profesora de Ciencias Naturales Paula Coria formó parte del Tercer Workshop «Hands Science for High School Educators», organizado por la Universidad Nacional de Cuyo en el marco de la red científica Reclone. Relató la experiencia y el impacto que tendrá en la enseñanza local.

La profesora de Ciencias Naturales Paula Coria, docente en la Escuela Técnica Minera 4-018 y en la Escuela 4-138 “Aborigen Americano”, participó recientemente en el Tercer Workshop Hands Science for High School Educators. La capacitación se desarrolló en la Universidad Nacional de Cuyo y estuvo vinculada a la red científica internacional Reclone (Red Colaborativa de Producción de Reactivos).
Coria explicó que la invitación llegó desde la UNCuyo, institución que integra el nodo argentino de Reclone. Esta red cuenta con otros centros en Perú, Chile y Brasil, y busca fortalecer la investigación colaborativa y la enseñanza de las ciencias en distintos niveles educativos.
Durante dos jornadas intensivas, los días jueves 25 y viernes 26 de septiembre, los docentes participantes realizaron prácticas de laboratorio con técnicas avanzadas. “Trabajamos con reactivos que nos entregaron, realizamos PCR para observar ADN y genes. No fue solo un trabajo escolar adaptado, sino una experiencia científica real, con insumos de calidad”, relató Coria.

La delegación local estuvo conformada por las profesoras Mirta Mendoza, Florencia Poblete, Valeria Mendoza y Paula Coria. Además, participaron docentes de otras instituciones mendocinas, como el Liceo Agrícola y de Enología, la Escuela del Magisterio y establecimientos de General Alvear.
Además, el Workshop “Hands-on Science for High School Educators” incluyó un práctico de laboratorio en el que los docentes exploraron la detección de la variación genética SNP49 del gen del sabor amargo TAS2R38 mediante PCR alelo-específica. Esta actividad permitió reflexionar sobre cómo una mínima diferencia en el ADN puede influir en algo tan cotidiano como el sentido del gusto. El taller se enmarcó en la promoción de la ciencia abierta y el uso de licencias libres, buscando acercar las técnicas de biología molecular a la docencia con experiencias accesibles, colaborativas y de alto impacto pedagógico.
La capacitación estuvo guiada por la científica del CONICET María Teresa Damiani, quien alentó a los docentes a trasladar estas experiencias al aula, aunque con recursos limitados. “Nos dijeron que no es necesario contar con todos los insumos. Lo importante es despertar vocaciones científicas en los estudiantes, mostrarles que la biotecnología y los avances científicos no son tan lejanos”, destacó Coria.

La docente, con 26 años de trayectoria, valoró especialmente el contacto directo con investigadores del CONICET. “Es la primera vez que tengo la posibilidad de trabajar en un laboratorio científico real. Muchas veces vemos la ciencia como algo distante, pero esta experiencia nos acerca y nos permite transmitir mejor a nuestros alumnos”.
Coria también agradeció el apoyo de los directivos de ambas escuelas, Carolina Peña y Fabián Monzón, quienes facilitaron su participación. “Es fundamental que los docentes sigamos capacitándonos, no solo en el aula, sino en experiencias que nos permiten actualizarnos y traer nuevas herramientas a nuestros estudiantes”, concluyó.




