
El programa “Adultos en Movimiento” impulsa la práctica del golf croquet, un deporte adaptado que combina actividad física, concentración y socialización. Las clases se desarrollan en plazas de Malargüe, a cargo de estudiantes del Profesorado de Educación Física de la Universidad Juan Agustín Maza.

En la Plaza de la Amistad de Malargüe, un grupo de adultos mayores participa semanalmente de las clases de golf croquet, una disciplina adaptada que forma parte del programa municipal “Adultos en Movimiento”. La actividad está coordinada por Erika Sepúlveda y Rosario Delgado, estudiantes avanzadas del Profesorado de Educación Física de la Universidad Juan Agustín Maza.
“Ya me estoy por recibir y actualmente trabajo en el área de Deportes del municipio, dentro del programa de Adultos en Movimiento”, explicó Sepúlveda durante una entrevista realizada en la plaza. Junto a su compañera, desarrollan las clases los lunes y miércoles en la Plaza de la Amistad y los martes y jueves en la Plaza Manuel Belgrano, conocida popularmente como la Plaza del Cañón, en ambos casos de 15 a 17 horas.

El golf croquet es un deporte adaptado de carácter cognitivo, que requiere concentración, coordinación óculo-manual y precisión. “No es un deporte de impacto, sino de estrategia y movimiento. Se camina bastante, pero el principal desafío es la concentración para golpear la bocha con firmeza y dirección”, explicó la joven. El juego utiliza un mazo similar al del croquet tradicional y bochas como las empleadas en hockey.

La propuesta, busca fomentar la actividad física y la socialización entre personas adultas. Según Sepúlveda, la recepción ha sido muy positiva: “En invierno baja un poco la asistencia por el clima, pero en general participan cerca de treinta personas. Hay adultos mayores, jóvenes y también chicas con discapacidad que se han sumado con entusiasmo”.
Las responsables del espacio destacaron la necesidad de contar con un lugar estable para desarrollar la actividad: “A veces el estado del pasto o el riego nos limita, por eso estamos evaluando un espacio definitivo para practicar de manera más cómoda”, señaló la joven profesora.

El proyecto se consolida como una alternativa inclusiva y saludable para la comunidad malargüina, ofreciendo un punto de encuentro donde el movimiento, la diversión y el aprendizaje se combinan cada semana en las plazas de la ciudad.










