
La Asociación Trabajadores del Estado encabezó una huelga de 72 horas con alta adhesión de empleados municipales afiliados y no afiliados. Los manifestantes marcharon hacia el Palacio Municipal para exigir una mejora salarial. El intendente Celso Jaque defendió los aumentos otorgados en una columna de opinión.

Durante tres días consecutivos, trabajadores municipales de Malargüe llevaron adelante una medida de fuerza encabezada por la Asociación Trabajadores del Estado (ATE), con reclamos centrados en la mejora salarial y las condiciones laborales. La concentración principal tuvo lugar en el área de Servicios Públicos, donde funcionan los galpones municipales.
Según el gremio, el acatamiento fue del 90 al 95% durante las dos primeras jornadas y se incrementó en la tercera. La medida concluyó con una manifestación que partió desde los galpones de Servicios Públicos y avanzó por Avenida Roca, Avenida San Martín y hasta el Palacio Municipal. Allí, los trabajadores esperaban ser atendidos por funcionarios locales que pudieran dar respuesta a sus reclamos.
La jornada coincidió con la fecha de cobro de los empleados municipales. Según comentarios de los propios agentes municipales, aquellos que se sumaron a la huelga recibieron descuentos en el presentismo, aplicados conforme a la normativa vigente. Al arribar al edificio municipal, los manifestantes fueron recibidos por un cordón policial integrado por efectivos locales y de otro departamento.


El secretario local de ATE, Benito Martínez, señaló que el malestar creció tras conocerse los descuentos y que los trabajadores ya votaron la posibilidad de continuar con medidas por tiempo indeterminado si no hay una nueva propuesta salarial. “Hoy se nota más que ayer el malestar. Tenemos una compañera que recibió un decreto de cesantía. No vamos a permitir que se deje sin sustento a ninguna familia”, expresó Martínez.
Martínez recordó conflictos similares ocurridos durante gestiones anteriores y aseguró que el gremio buscará el acompañamiento de los comerciantes locales. “La economía regional la mueve el trabajador municipal. Pedimos a los vecinos que acompañen este reclamo. No estamos pidiendo algo injusto. ¿Quién vive hoy con 300 mil pesos o menos?”, agregó.
Por su parte, el intendente Celso Jaque se pronunció sobre el conflicto a través de una columna publicada en el portal oficial del municipio, titulada “Paritarias, reclamos y realidades”. Allí afirmó que el reclamo “es legítimo en su esencia”, pero recordó que el municipio cumplió con lo pactado en la paritaria del 15 de enero de 2025, que incluyó un incremento del 47% sobre el haber de enero, distribuido entre febrero y junio.

En su análisis, Jaque sostuvo que el aumento supera la inflación acumulada hasta septiembre —estimada por el Instituto Nacional de Estadística y Censos en 22%— y se ubica por encima de la mayoría de las paritarias provinciales y nacionales. Además, comparó los incrementos locales con los otorgados a empleados públicos y de comercio, destacando que el municipio ha cumplido en tiempo y forma con los compromisos asumidos.
El intendente subrayó que los recursos municipales son limitados y que cualquier incremento adicional podría afectar la prestación de servicios esenciales. “Reconocemos la labor del empleado municipal, pero la responsabilidad de la gestión es también con toda la comunidad. El diálogo y la búsqueda de soluciones sostenibles deben primar sobre la confrontación”, expresó.
Entre los manifestantes también se oyeron críticas a la organización de la fiesta del Día del Empleado Municipal, prevista para el 7 de noviembre. Algunos trabajadores manifestaron su disconformidad con el gasto que implica el evento y anticiparon que no asistirán.
El conflicto se mantiene abierto, y ATE anticipó que podría endurecer las medidas si no se reanudan las negociaciones en la Subsecretaría de Trabajo.




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