
Alumnos de 5.º y 6.º año de la Escuela Técnica N.º 4018 “Manuel Nicolás Savio” desarrollan un innovador proyecto para producir biodiésel a partir de aceite vegetal reciclado.

El combustible fue probado con éxito en un generador eléctrico, marcando un hito en educación técnica y sustentabilidad en Malargüe.
En una experiencia que combina ciencia, conciencia ambiental y orgullo educativo, los estudiantes de 5.º y 6.º año de la orientación Industrias de Procesos de la Escuela Técnica N.º 4018 “Manuel Nicolás Savio” lograron transformar aceite vegetal usado en biodiésel, un combustible limpio y sustentable.
El proyecto, que se desarrolla en el laboratorio de la institución, tiene como eje el aprovechamiento de aceites residuales recolectados en locales gastronómicos de la comunidad. A través de un riguroso proceso de filtración, decantación, desgomado y transesterificación, los jóvenes logran convertir un residuo contaminante en una fuente de energía renovable.

Según explicaron los docentes del área técnica, el aceite pasa por diferentes etapas: primero se filtra para eliminar impurezas, luego se decanta y se calienta para su desgomado. Posteriormente, mediante el proceso químico de transesterificación, los triglicéridos se transforman en ésteres metílicos —el biodiésel— y glicerol, un subproducto útil para otros fines industriales.
En el laboratorio, los estudiantes realizan análisis de calidad tanto del aceite usado como del biodiésel obtenido, midiendo parámetros de densidad, pH y acidez. Estos controles permiten ajustar las proporciones de aditivos y reactivos para optimizar la reacción y garantizar la calidad del combustible.
Días atras, el equipo vivió un momento histórico al probar el biodiésel en un generador eléctrico, que funcionó de manera excelente y con una emisión reducida de gases de combustión. El ensayo demostró no solo la eficiencia del combustible, sino también el valor del trabajo educativo y científico que se realiza en la escuela.


El proyecto refleja el compromiso de la comunidad educativa con el cuidado ambiental, la innovación y el aprendizaje práctico. Además, fortalece el vínculo entre la institución y la comunidad local, que colabora activamente en la recolección del aceite usado.
Este tipo de iniciativas posiciona a la Escuela Técnica N.º 4018 como un ejemplo de educación aplicada y sostenible, donde el conocimiento se traduce en soluciones reales para el entorno.
Directivos de la Escuela Técnica expresaron un especial agradecimiento a la profesora ingeniera Natalia Pavez y a la bromatóloga Florencia Poblete, precursoras e impulsoras de este proyecto que hoy enorgullece a toda la comunidad educativa.
Fuente: Escuela Técnica N.º 4018 “Manuel Nicolás Savio”
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