
En los últimos meses, distintos estudios nacionales y provinciales coincidieron en una misma señal: la inteligencia artificial (IA) ya está transformando la forma de trabajar en la Argentina, pero las organizaciones están avanzando mucho más lento que las personas.

El Monitor Nacional de Inteligencia Artificial 2025 muestra que 6 de cada 10 argentinos ya utiliza herramientas de IA en su vida personal, y que 7 de cada 10 de esos usuarios afirma que la IA es muy o bastante efectiva para su productividad diaria. Sin embargo, en el mundo laboral la realidad es distinta: solo el 43% de los trabajadores dice que su empresa utiliza IA, y casi siempre de manera limitada o informal.
La brecha es clara: las personas avanzan; las organizaciones todavía no.
Cuando la falta de innovación frena el crecimiento
El informe nacional también revela que el principal problema operativo dentro de las empresas argentinas no es tecnológico, sino organizacional:
procesos manuales, lentitud administrativa y falta de innovación.
Esto es mencionado por el 39% de los empleados consultados .
Este dato es clave para Mendoza y, especialmente, para Malargüe, donde muchas empresas buscan insertarse en cadenas de valor exigentes como minería, energía, construcción y servicios logísticos.
En estos sectores, la velocidad de respuesta, la trazabilidad documental y el orden administrativo son tan importantes como la calidad del servicio.
En paralelo, el estudio Inteligencia Artificial (de la Consultora Demockatia)– Gran Mendoza muestra que solo el 1,87% de la población afirma saber “mucho” de IA, mientras que casi la mitad “sabe algo” y otro 44% reconoce que sabe poco o nada .
El dato no debe preocupar, pero sí alertar: la predisposición existe, pero falta conocimiento aplicado.
Un dato decisivo: las empresas mendocinas quieren usar IA, pero no saben por dónde empezar

El Monitor Nacional destaca que las barreras principales para implementar IA en organizaciones no son técnicas, sino estratégicas:
- 21%: no saber cómo integrarla en los procesos
- 20%: falta de conocimiento técnico en los equipos
- 12%: falta de herramientas adecuadas para el rubro
- 10%: problemas de seguridad o privacidad
- 9%: falta de presupuesto
Es decir, las empresas no descartan la IA: simplemente no han recibido el acompañamiento adecuado para implementarla de manera inteligente y práctica.
A esto se suma otro dato relevante: 1 de cada 3 trabajadores asegura que la dirección de su empresa “raramente o nunca” habla del tema IA .
Y cuando la conversación estratégica no existe, la innovación no ocurre.
Malargüe, Mendoza y el nuevo estándar digital obligatorio
Mientras las empresas intentan adaptarse, el Estado mendocino ya tomó una decisión: digitalizar progresivamente todos los trámites vinculados a minería, energía y producción. En la Dirección de Minería de Mendoza, ya son digitales trámites como:
- inscripción de minas
- registro de Productores Mineros
- carga de Declaraciones Juradas
- guías de transporte mineral
- presentación de informes técnicos y ambientales
- solicitudes de permisos y renovaciones
Esto implica que toda empresa que quiera operar formalmente —o participar de licitaciones y cadenas de valor mineras— deberá:
- ordenar su documentación digital;
- unificar criterios administrativos internos;
- acelerar procesos de carga y envío;
- adoptar herramientas que reduzcan errores y tiempos muertos.
En este contexto, la digitalización y la IA dejan de ser un plus para convertirse en un requisito operativo básico.
Los riesgos de no adaptarse
Uno de los datos más fuertes del informe nacional es que 4 de cada 10 empleados del sector energía y minería creen que su empresa podría no sobrevivir sin adoptar IA en los próximos 5 años.

Esto no es futurismo: en mercados donde la eficiencia define contratos, la empresa que automatiza antes gana ventaja competitiva inmediata.
Mientras tanto, en la sociedad mendocina la percepción es clara: 77% cree que la IA mejorará su vida en los próximos años. Es decir, la ciudadanía ya aceptó el cambio cultural; ahora falta que las organizaciones lo acompañen.
La clave no es la tecnología, sino el proceso
Todos los estudios coinciden: las empresas no fracasan por usar IA, sino por no integrarla bien. Los motivos principales de fracaso en proyectos de IA son:
- mala integración con sistemas existentes,
- expectativas irreales,
- falta de capacitación interna,
- ausencia de liderazgo en el proceso de adopción.
Por eso, la recomendación es iniciar la adopción de IA de manera gradual, guiada y estratégica, integrando herramientas en procesos que realmente mejoren la operación.
No se trata de “subirse a la moda”, sino de dar pasos concretos hacia la modernización, con orden, claridad y visión de futuro.

Conclusión: Mendoza se está digitalizando. Quien se prepare primero, liderará.
La minería, la energía, el turismo, la logística y los servicios especializados del Sur mendocino están entrando en una etapa de transformación acelerada.
Las oportunidades van a aparecer —muchas ya están ocurriendo—, pero solo las empresas que se adapten serán parte del nuevo ecosistema productivo.
La Inteligencia Artificial no llega a reemplazar personas ni empresas:
llega a potenciar a quienes sepan usarla a tiempo.
En este escenario, la recomendación final es simple pero decisiva:
es fundamental que cada empresa se asesore bien para comenzar un proceso ordenado y profesional de adopción tecnológica.
Ese, probablemente, será el diferencial real entre las empresas que crezcan y las que queden al margen en los próximos cinco años.
Lic. José Luis López
Socio fundador – VETAS Consultora
E-mail: vetasmalargue@gmail.com


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