En la pequeña finca del Centro Comunitario Rural Evangélico de Agua Escondida se ha instalado desde hace ya un tiempo una bandada de más de 50 Jotes.
La presencia de las aves, según Eduardo Fontao Director de establecimiento, “está haciendo que se quemen plantas como ser los nogales, perales, durazneros, manzanos, ciruelos, etc. y es todo un problema. Aparte, el piso de la entrada a escuela esta todo manchado de excremento de estos pájaros”.
El directivo solicitó la intervención de alguna ONG y las autoridades que correspondan para ahuyentar a las aves, máxime cuando está comenzado en aquella zona la temporada de floración de los frutales.

Según el sitio «Aves de la Patagonia», el jote, cuyo nombre científico es “Coragyps atratus” está preparado para vivir en latitudes templadas y cálidas, se hace presente en forma casi continua por gran parte deAmérica. Su presencia se registra con mayor frecuencia en tierras bajas y su preferencia está determinada por la existencia de comida. Es por eso que suele abundar en llanuras orientadas a la explotación ganadera a campo y en los suburbios de poblaciones donde aprovecha animales muertos, desperdicios y suele instalar sus dormideros en los propios techos de las casas.
De hábitos diurnos, el Jote comienza su jornada con el amanecer, cuando abandona su dormidero, pero no inicia su ronda aérea hasta que el sol ha calentado y se producen corrientes de aire que facilitan su vuelo. Pasa entonces las primeras horas del día atisbando desde postes o árboles secos o deambulando por los campos en busca de alimento.

En tierra, se muestra confiado y camina con parsimonia. Hacia el mediodía, si el tiempo es bueno, los Jotes comienzan a elevarse a gran altura, volando en círculos. En vuelo alternan rápidas batidas de alas con largos planeos en busca de alimento y de corrientes térmicas ascendentes que le permitan ascender en el aire sin mayor gasto energético. Su planeo, para el que se hallan especialmente adaptadas sus alas grandes u anchas, se ve interrumpido cuando detecta una posible presa. Por la tarde retoman sus caminatas o sus puestos de observación y a la caída del sol buscan en bandadas el objeto que servirá de dormidero común; frecuentemente un árbol seco.
Ubicado al final de la cadena alimentaria, el Jote no es un depredador sino en mínima medida, pues su dieta se basa fundamentalmente en carroña, es decir que consume animales que han muerto por razones naturales o que han matado otros depredadores.
