
La familia Gutiérrez realizó desde el Frigorífico Malargüe el primer despacho de chivitos congelados hacia la Patagonia. La operatoria fue posible tras la Resolución 460/25 del SENASA y abre nuevas oportunidades para la producción caprina local.

Malargüe fue escenario de un hecho histórico para la producción caprina con la concreción del primer envío de chivitos congelados hacia la Patagonia. La carga partió desde el Frigorífico Municipal de Malargüe y fue realizada por la familia Gutiérrez, encabezada por Fabián Gutiérrez, quien expresó una profunda emoción por haber alcanzado un objetivo largamente esperado.
La operatoria fue posible gracias a la Resolución 460/25 del SENASA, que habilitó el ingreso de carne caprina a la región patagónica. A partir de esa normativa, se inició un proceso de adecuaciones técnicas y sanitarias que demandó meses de trabajo y coordinación.
“Sabíamos que era una oportunidad única, pero también que no iba a ser fácil. Hubo que cumplir muchos requisitos y atravesar momentos de espera, pero hoy el frigorífico está habilitado y el envío es una realidad”, señaló Fabián Gutiérrez.

El productor remarcó el carácter familiar del logro. “Esto es una empresa familiar. Trabajo con mi hijo Ema y todo este esfuerzo tiene que ver con años de sacrificio. Ver que se concreta este envío nos genera una emoción enorme”, expresó.
Si bien la carga tuvo demoras por cuestiones técnicas del Frigorífico, Gutiérrez destacó la perseverancia del equipo de trabajo. “Nunca bajamos los brazos. Gracias al acompañamiento del frigorífico y los controles sanitarios se pudo llegar a este momento”, indicó.
En la actualidad, el Frigorífico de Malargüe es el único del país habilitado para enviar chivitos congelados a la Patagonia, una condición que fortalece la posición productiva del departamento y amplía las posibilidades de comercialización.

Gutiérrez subrayó que este avance beneficia a todo el sector caprino. “Esto no es solo para nosotros. Es una alternativa más para todos los productores de Malargüe, especialmente en un contexto donde cuesta vender la producción”, afirmó.
Sobre la calidad del chivito local, destacó sus atributos diferenciales y el sistema tradicional con el que se produce, resaltando el esfuerzo que implica sostener esta actividad.
Gutiérrez remarcó además el esfuerzo que implicó la inversión realizada por la familia para cumplir con todas las exigencias. Señaló que fue necesario incorporar un camión con sistema de frío para el transporte refrigerado, adquirir indumentaria adecuada y realizar capacitaciones en manipulación de alimentos, higiene y controles de calidad. “Detrás de este envío hay inversión, capacitación y mucho compromiso familiar”, expresó.

El productor también puso en valor las características que diferencian al chivito local del resto del país. Señaló que se trata de una carne con cualidades únicas, producto de un sistema de producción tradicional basado en la trashumancia, la alimentación natural y el cuidado permanente de los animales. “En sabor y calidad no hay discusión. Es un chivo distinto, más sabroso, más carnoso y con mejor rendimiento. Acá los animales se crían a campo, recorriendo grandes extensiones y alimentándose de pasturas naturales”, explicó Fabian.
En ese sentido, expresó su anhelo de que en el futuro el chivito de Malargüe pueda ser reconocido formalmente como un producto orgánico, destacando que gran parte de su producción ya cumple con esas condiciones. “Ojalá se avance en políticas que permitan certificar ese valor, porque detrás de cada chivo hay mucho esfuerzo y un modo de producir que se mantiene desde hace generaciones”, afirmó.
Con este primer envío, la familia Gutiérrez concretó un sueño largamente anhelado y dejó abierto un camino que puede fortalecer el futuro de la producción caprina.
Desde el Diario Digital Ser y Hacer felicitamos a la familia Gutiérrez por la concreción de este hecho histórico para la producción caprina de Malargüe. El logro alcanzado refleja el valor del trabajo familiar, la inversión, la capacitación y la perseverancia, y constituye un aporte significativo al desarrollo productivo local y a la proyección de la actividad hacia nuevos mercados.
Fuente: Entrevista de Diario Digital Ser y Hacer de Malargüe.
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