
La Provincia puso en vigencia un manual unificado para la Revisión Técnica Obligatoria del transporte de pasajeros con controles trimestrales, criterios comunes para talleres y un régimen de sanciones. El documento detalla métodos de inspección, documentación exigida, criterios de “aprobado/condicional/rechazado” y requisitos por tipo de servicio, además de consolidar la verificación digital mediante QR.

La provincia de Mendoza puso en vigencia un manual único de procedimientos para la Revisión Técnica Obligatoria (RTO) de los vehículos afectados al transporte de pasajeros, con el objetivo de unificar controles en todo el territorio y establecer sanciones ante incumplimientos. La medida fue aprobada por una resolución de la Subsecretaría de Transporte y se aplica de manera obligatoria en todos los centros habilitados para revisar unidades de jurisdicción provincial.
El documento ordena criterios que antes estaban dispersos en normativas de distintos períodos y refuerza el esquema de revisión cada tres meses para todo el sistema de transporte de pasajeros. Desde el área de Transporte señalaron que la unificación facilita el trabajo de los talleres y clarifica requisitos para los permisionarios.
Entre los puntos centrales del manual, se explicitan los objetivos de la RTO para este segmento: garantizar seguridad vial mediante la verificación de sistemas críticos, proteger la vida de pasajeros y terceros, controlar emisiones contaminantes, asegurar el cumplimiento legal, promover mantenimiento preventivo y reducir costos sociales vinculados a siniestros y fallas mecánicas.

En cuanto al modo de inspección, se describen dos modalidades: la revisión por observación (visual, auditiva, tacto y olfato) y la inspección con equipamiento específico. El manual incorpora controles vinculados a gases y humos de escape, además de verificaciones técnicas que buscan asegurar mediciones consistentes entre talleres.
Una novedad operativa clave es que se establecen definiciones uniformes para calificar defectos y el resultado final de la inspección. El manual diferencia defectos leves, moderados y graves, y dispone tres estados: “aprobado” (con vigencia trimestral), “condicional” para casos que exigen corrección y nueva verificación en un plazo acotado, y “rechazado” cuando la unidad no está apta para circular, salvo traslado a reparación bajo responsabilidad del titular.

El checklist también suma claridad documental. Para presentarse a la RTO de transporte de pasajeros se exige, entre otros, identificación del vehículo, documentación del equipo de GNC cuando corresponda, permiso habilitante del servicio, constancias vinculadas al sistema satelital, certificado anterior de RTO y seguro obligatorio vigente.
En los parámetros de control, el manual detalla un recorrido amplio que va más allá de frenos, dirección, suspensión y neumáticos. Incluye identificación del vehículo, iluminación completa, chasis y carrocería, estado interior y criterios ambientales (gases, humos y ruidos). También fija elementos de seguridad y emergencia a revisar, como apoyacabezas, botiquín, matafuego, balizas, martillo rompecristales, cinturones y dispositivos de salida de emergencia.
Además, se incorporan requisitos según tipo de servicio. Para taxis y remises, se enumeran controles específicos como rotulación reglamentaria, condiciones del habitáculo, funcionamiento de levantavidrios, climatización, elementos de identificación y exigencias asociadas al seguimiento satelital. En taxis se suma la verificación del reloj taxímetro y topes de antigüedad diferenciados, con criterios particulares según el equipamiento de la unidad. Para servicios contratados generales, se incluyen pautas de cartelería, condiciones de accesos y, en ciertos casos, adecuaciones de puertas si la unidad provino del servicio regular.

Desde una mirada local, la unificación impacta también en el Sur mendocino: con criterios únicos, los prestadores que operan entre departamentos y rutas extensas, como los de Malargüe, quedan sujetos a las mismas pautas técnicas y documentales que el Gran Mendoza, reduciendo interpretaciones dispares entre controles. En paralelo, el esquema provincial consolida mecanismos de verificación más ágiles, como la acreditación digital y la consulta de vigencia por patente.
Con el manual ya vigente, el Gobierno provincial apunta a ordenar la fiscalización del transporte de pasajeros con reglas claras para talleres y permisionarios, una matriz de control común y un régimen de sanciones que busca elevar el cumplimiento en toda la provincia.
Fuente: Subsecretaría de Transporte de Mendoza (Manual de Procedimientos RTO – Anexo Resolución 1799), Boletín Oficial de Mendoza
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