Después de un 2019 muy bueno con la participación en muchas carreras, según sus propias palabras, Ignacio “Nacho” Galán entrena duro por estos días para afrontar los desafíos que tiene agendados para este año en el ciclismo de montaña.
Terminó sexto en el Abierto Across Internacional, pese a que el día anterior al de la carrera tuvo una complicada caída. Luego de esa competencia realizó un breve receso y en diciembre comenzó con la pretemporada, que ya está próximo a finalizar.
“Lo primero que hice en la pretemporada fue una base, sumando muchas horas de bici y complementándolas con otras tantas de gimnasio para ganar fuerza” comentó el pedalista.
Su entrenador es Ignacio “Chueco” Gili que reside en General Alvear y que diariamente le pasa la rutina por correo electrónico. Hay días que debe realizar recorridos en ruta, otros en montaña, doble turno de gimnasio, para completar entre tres y cuatro horas de entrenamiento.
A mediados de febrero comenzarán las primeras carreras y la preparación física irá disminuyendo para no llegar cansado, aunque por estos días intervino en General Alvear de una carrera de ciclismo de ruta “para ir retomando el ritmo”.
En este 2020 el torneo Panamericano, que se realiza en nuestro país, y el campeonato argentino lo tendrán entre sus participantes. Dejará de correr en Cadetes para medirse en su nueva categoría, la Juniors, en la que puede sumar puntos para el ranking mundial.
“A todas las carreras viajo con mi papá (Pablo) y allá me encuentro con mi entrenador y el equipo. Todo el costo de traslado y alojamiento corre por cuenta de mi familia” expresó el joven de 16 años, que busca estar en el cuarto año del Instituto Secundario Malargüe, por lo que también en estos días reparte su tiempo con el estudio.
“La verdad que se hace muy pesado absorber todos los gastos, por eso es bienvenida cualquier ayuda, desde una cubierta a un vale de combustible sirve” indicó “Nacho”, que cumple con una rica y balanceada alimentación, sin uso alguno de suplementos dietarios.
Con la mochila de sueños acuestas por lo que le deparará este año de competencias, Ignacio persiste en el adiestramiento para perfeccionar la técnica, ganar en resistencia y experiencia y así llevar el nombre de su Malargüe natal cada vez que le toque hacer podio.