En las últimos horas falleció el sacerdote Pablo Fuentes, quien estaba internado en la ciudad de Santa Fe con Covid positivo.
El «Padre Pablo» como popularmente se lo conoce en Malargüe, era español, cumplió una fructífera labor espiritual en la década de 1980 cuando llegó al departamento junto al también ya desaparecido Padre Valentín Fernández para hacerse cargo de la parroquia Nuestra Señora del Rosario.
«Fue en Malargüe donde pude desarrollar a pleno la espiritualidad misionera de mi congregación, los Oblatos de María Inmaculada» dijo en un reportaje para la revista del cincuentenario de la diócesis de San Rafael, en 2011.
Tras realizar un fuerte trabajo misionero en toda la zona rural del extenso Malargüe su congregación lo trasladó a Córdoba donde fue formador de sacerdotes, luego a la parroquia Nuestra Señora de la Carrodilla de Luján de Cuyo, más tarde estuvo en Cuba y de regreso a la Argentina cumplió distintas funciones hasta ser designado párroco de Nuestra Señora de Luján en Santa Fe.
Cada vez que tenía la posibilidad regresaba a Malargüe para reencontrarse con sus amigos, de hecho fundó dos grupos que viven la espiritualidad y el carisma de los oblatos, los laicos oblatos y las madres orantes, que rezan por la integridad de los hijos.