Con el objetivo de redireccionar el consumo desde las góndolas hacia una alimentación saludable, el próximo sábado se pondrá en vigencia en todo el país la Ley de Etiquetado Frontal en los productos alimenticios.
La implementación se realizará de manera progresiva. En primera instancia, serán las grandes empresas las que deberán incorporar las etiquetas, en tanto, las pequeñas y medianas empresas (PyME) tendrán seis meses más para poner en marcha su aplicación.
«Incluso, hay empresas que han pedido prórroga con la intención de reformular el producto y así disminuir la colocación de algún sello. De esa manera, el nuevo alimento aparece con menos sodio o azúcar, por ejemplo», comentó Yanina Mazzaresi, responsable de la Dirección de Prevención y Promoción de la Salud de Mendoza.
«El etiquetado solo abarca a productos procesados o ultraprocesados. Paquetes, latas y botellas. Deja afuera a pizzerías, restaurantes, rotiserías, panaderías y todo alimento no industrializado», consignó la nutricionista Andrea Graciano, una de las principales militantes para incentivar a la Ley de Etiquetados y su aplicación en el país.
Incorporación progresiva
De acuerdo con la ley 27.642, publicada en noviembre del 2021, el Ministerio de Salud de la Nación informó que a partir de agosto los productos alimenticios llevarán una etiqueta con datos nutricionales respecto al contenido de sustancias que pueden resultar nocivas como el azúcar, el sodio y las grasas.
«Lo que pasará desde el 20 de agosto será una transición, es decir, no todos los productos aparecerán con el etiquetado, sino algunos, los que estén autorizados por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) que es el ente regulador», manifestó Graciano.
En el caso de los alimentos cuya fecha de vencimiento sea posterior al 20 de agosto, no estarán obligados a lucir con etiquetas. «Todos los productos que se elaboren del 20 de este mes en adelante sí deberán contemplar las normativas vigentes», dijo Graciano.
Según los datos otorgados por el organismo nacional, un 35% de las 2.658 solicitudes de prórroga para la implementación de las etiquetas ya fueron aprobadas, por lo que tienen un plazo de 6 meses para cumplir con la disposición.
El rubro de las golosinas, mermeladas, jaleas, dulces y confituras fue el que más cantidad de pedidos acumuló, con el 21,62% del total. Lo siguió el de los panificados y galletitas con el 15%, los embutidos y las conservas cárnicas con el 14,45% y el de los lácteos con el 11,27%.
Mientras se espera que todos los productos cuenten con su correspondiente etiquetado, la nutricionista recomendó a la sociedad utilizar la calculadora de sellos, ideada por la ANMAT.
«Esta herramienta realiza los cálculos oficiales del perfil de nutrientes y presenta los sellos de advertencia nutricionales para los productos alimenticios», explicó Graciano.
De este modo, los consumidores pueden calcular cuánto exceso tiene un producto ingresando a la herramienta y colocando la cantidad de azúcar, grasas saturadas, sodio y demás.
El etiquetado en Mendoza
Entre las casi 3 mil empresas que solicitaron prórroga para etiquetar sus productos, figuran varias mendocinas que ya presentaron la documentación pertinente en el Departamento de Higiene de los alimentos.
Una de las Pymes mendocinas que solicitó una prórroga es Entre Dos, creadores de los famosos alfajores. «En la actualidad, estamos en una etapa inicial de determinaciones de análisis nutricionales, de nuevos parámetros que pide la modificación del código para determinar cuántos octógonos están asociados a nuestros productos», aseguró Lorena Fernández, bromatóloga y responsable de calidad de la marca local.
La especialista manifestó, además, que «existe un tiempo de adecuación a la ley de casi dos años, por lo que todos los productos nuevos, incluso los de edición limitada, van directamente con su empaque con octógonos; en tanto, los que ya fueron elaborados, una vez que se tenga el resultado de los análisis se irán acoplando, en función a la demanda».
La mendocina Yogurlac, destinada a la venta de lácteos, también se pliega al etiquetado frontal y, según lo que refirió su dueño, Rubén Ferrero, «el técnico de la fábrica ya presentó la fórmula nutricional de cada uno de los productos» y están a la espera de los resultados.
El empresario consignó que «el proceso es un tanto lento e incierto», sin embargo, aseguró que «es una medida muy favorable para la población».
¿El etiquetado frontal marca el fin de la obesidad?
Lejos de lo que muchos consideran, la Ley no llega para lograr una reducción en la obesidad poblacional, sino que su objetivo es informar acerca de los nutrientes que poseen los alimentos.
«Es obligatorio que cada alimento reporte su información nutricional, sin embargo, en la actualidad, estos datos aparecen al dorso de los productos, colocados con una letra muy chica, imposible de leer», dijo la nutricionista Andrea Graciano y agregó:»El 26% de la población se toma el tiempo para leer la información nutricional, pero lamentablemente menos de la mitad la comprende».
Frente a este panorama, la especialista explicó que con esta nueva ley lo que se busca es informar los valores nutricionales de los alimentos de manera clara y sencilla para que las personas tengan en cuenta qué es lo que están comprando a la hora de consumir.
«Con este etiquetado el consumidor se informa, valora el dato, lo comprende y luego decide si cargarlo en el carro o no. La medida no llega para reducir la obesidad o el sobrepeso, son muchos los factores que influyen en ello. Acá el foco se pone en el derecho a la información», refirió.
Finalmente, Graciano explicó que en los países en los que ya se aplica la Ley, los productos que más redujeron sus ventas fueron los cereales para el desayuno, las galletas con semillas y frutos y los jugos de fruta.
«Cuando la gente leía el etiquetado observaba el elevado índice de azúcar y grasas saturadas que contenían los productos y optaba por dejarlos. No ocurre lo mismo con un chocolate, por ejemplo, porque el que lo compra es para darse un gusto, no para nutrirse de manera saludable», culminó.
Fuente: El Sol
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