Doña Juana Barroso

Debido al aislamiento social obligatorio por coronavirus, Doña Juana Barroso no pudo recibir visitas, pero si la admiración de todo aquel que se entera de su edad. La longeva mujer, nacida en Agua Escondida, el pasado 24 de junio festejó sus 105 años de vida.


Uno de sus hijos, Guillermo Martínez (60), dijo a Diario San Rafael y FM Vos (94.5) que “la verdad que llegar a una edad así, como hijo me llena de alegría y llama mucho la atención, sobre todo por cómo está ella de salud. Tiene un problemita de audición, pero si uno se le acerca te escucha. Está consciente y tiene una memoria que deja admirado realmente, porque no se olvida de nada. Cuando uno le pregunta, te puede contar todo, y la historia de todo, porque está lúcida”, resaltó.


Sobre el festejo, contó que “nosotros vivimos en un barrio de Colonia López que está a 5 kilómetros del distrito de Villa Atuel. Tristemente nos tocó un día muy frío y además no nos podemos juntar más de 10”. Detalló que la mujer tuvo 14 hijos y más de 90 nietos. “Actualmente vive con mi hermano más chico, de 54 años, y también tiene una señora que la asiste tres días a la semana. La ayuda a bañarse, pero al baño va solita con su andador”, comentó.


En cuanto al estilo de vida que ha llevado para cumplir 105 años, estimó que “la receta para mí ha sido que nació en Agua Escondida y siempre estuvo viviendo en el campo. Yo empecé a ir a la escuela en Soitué sur y antes no había jardín de infantes. Luego mi papá, que también era del campo, ayudó mucho. Vivimos en Cochicó, en Malvinas, en muchos lugares. Y creo que antes la gente de campo comía, carneaba y eran animales que nunca tenían una vacuna. Las vacas daban una buena leche y mi vieja con leche y harina te hacía de todo, tortitas, pero no se privaba de nada. La vida que ella hizo en la finca, creo que también tuvo mucho que ver. Siempre comió carne y su locura es que le traiga carne de chiva crecida, le encanta. A mi mamá le ponés el plato en la mesa y come sola”.


En este sentido, agregó que “el mate no se lo podés negar, siempre está tomando, aunque los médicos le digan que no es muy bueno para su cuerpo. Ella tiene 105 años y le descubrieron a los 84 un problema en el hígado, y ya a esa edad era peligroso operarla y nunca lo hicieron. Sin embargo, sigue con este problema que sorprende a los médicos. Ellos siempre dicen que la cuidemos, que no se caiga, que los dolores de huesos son normales, y obviamente no la pueden medicar mucho. ‘Es una joya’, nos resaltan”.


Para concluir, este orgulloso hijo expresó: “Yo he visto a mi mamá llorar, porque lamentablemente ya he perdido cuatro hermanos. Tenerla viva con todo lo que ha sufrido y por lo que ha pasado me deja solamente admirado. Siempre que ella me ve llegar cuando la visito, me mira a los ojos y me dice ‘ay, el Guillermo, por qué no has venido antes’, y quizás yo estaba trabajando. Hasta los 90 años tomaba aunque sea una pizquita de vino tinto. Esa fue su receta, comió sano; se golpeó mucho, pero indudablemente es una guerrera”.

Fuente: Diario San Rafael.

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