El Presidente les demandó al secretario de Relaciones Parlamentarias y con la Sociedad Civil, Omar De Marchi, y al ministro del Interior, Guillermo Francos, que movilicen el megaproyecto de ley lo antes posible
En esta última semana, el Congreso aceleró de manera exponencial las tratativas para destrabar los acuerdos y persuadir a las bancadas opositoras para que se pronuncien positivamente en relación al dictamen de comisión y que la Ley Bases (o Ley Ómnibus) tenga un tratamiento favorable en la sesión en el recinto.
Si esto sucede también es producto de que el Gobierno nacional construyó terminales en los pasillos de la Cámara Baja para favorecer el diálogo subterráneo con sectores dialoguistas y duros.
Las reuniones de Francos para destrabar la Ley Ómnibus
El funcionario de rango ministerial es considerado un «imprescindible» para los diputados del bloque oficialista. «Si en algún momento tiembla la presencia de Guillermo, temblamos nosotros», se le escuchó decir a un integrante oficialista en los pasillos del Congreso.
Esto último fue en referencia a las operaciones maliciosas que se habían activado en las últimas semanas para hacer correr el rumor de que Milei pensaba desplazarlo de su cargo. «Nada más lejos de eso», confiaron a este medio desde Casa Rosada.
Incluso, fue el propio Milei quien desmintió aquello públicamente en una entrevista radial, catalogándolo como un funcionario vital para la gobernabilidad de su gestión.
Según describen quienes se encuentran cerca suyo, Francos no tiene como principal función el diálogo con los legisladores nacionales. «Más bien es alguien que abarca cuestiones de la macropolítica», indican, refiriéndose a que su interlocución es con diferentes actores políticos, económicos y sociales para la canalización de propuestas que son analizadas por Milei y los diputados nacionales.
Basta con mirar las reuniones que tuvo en las últimas semanas con gobernadores de distinto signo político para conversar sobre los puntos de la ley ómnibus que afectaban a sus economías y producciones regionales.
La reunión más resonante se dio a partir de la queja generalizada de los gobernadores patagónicos sobre la desregulación de la actividad pesquera. Luego de dialogar con Milei, Francos aceptó recibir a sus representantes para comunicarles que habría una reformulación de esos artículos.
Algo similar ocurrió con las provincias afectadas por la normativa que flexibilizaba el sector de los biocombustibles. El ministro recibió a representantes de distritos como Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos; y les aseguró que el dictamen a salir del plenario de comisiones sería reescrito para que no haya malinterpretaciones que pudieran afectar a las pymes encargadas de suministrar el biodiesel a las petroleras.
La última reunión de alto vuelo tuvo a Francos y Luis Caputo como anfitriones y a nueve de diez gobernadores de Juntos por el Cambio, entre ellos Alfredo Cornejo, como interlocutores para dialogar sobre los puntos de acuerdo y las demandas de las provincias sobre el tramo final del debate del megaproyecto de ley. Al igual que en las ocasiones pasadas, el exdiputado cavallista les comunicó que se analizarían las propuestas puestas a disposición.
El Salón de los Escudos es el escenario donde Francos generalmente recibe a quienes lo visitan en la Casa Rosada. En esos pasillos ya se ven menos figuras políticas y el cronograma del funcionario mileista ahora tiene una mayoría de audiencias con actores de la sociedad civil y empresarial.
El avance en el debate de la ley ómnibus ahora está casi concentrado en los anexos de la Cámara de Diputados.
De Marchi y la mediación con los diputados opositores
Es en este momento donde comienza a tener mayor predominancia la figura de Omar De Marchi, designado oficialmente como interlocutor entre el Ejecutivo y los bloques legislativos. El reciente candidato a gobernador de Mendoza se siente como pez en el agua en ese terreno: tiene doce años de experiencia como diputado y tres como vicepresidente primero de la Cámara baja. Terminó su mandato hace poco más de un mes y conoce bien a más de la mitad del recinto.
«No es sólo él quien trabaja. Hay todo un equipo atrás», indican fuentes de su círculo, quienes comentan que trabaja en diálogo constantes con alfiles del PRO -el partido que integraba hasta hace unos meses en el recinto-, la UCR y los bloques federales; quienes se aprestan a movilizar la ley ómnibus, aunque no a cualquier precio.
De Marchi comenzó a tener fuertes contactos con Milei a partir de su incursión con un proyecto partidario propio como candidato a gobernador de Mendoza, enfrentando a la estructura tradicional de la UCR que gobierna desde hace varios mandatos.
El crecimiento de Milei en ese distrito generó una alianza entre ambos: el candidato presidencial buscaba trasladarle caudal electoral y el mendocino le ofreció estructura para los comicios. De allí nació un vínculo político que desembocó en el nombramiento que De Marchi tiene actualmente.
En tanto, los diputados libertarios indican que aún no han tenido «muchos contactos con él». Pero lo adjudican a que su rol no está en el diálogo con los propios sino con los ajenos a LLA: «¿Para qué precisaría buscar nuestro apoyo si nosotros vamos a votar el proyecto con las dos manos?», pregunta retóricamente uno de ellos.
Según informan fuentes con conocimiento del trabajo del mendocino, actualmente está enfocado en el convencimiento de «diputados que son más lobos solitarios y de otros que dependen casi exclusivamente de los gobernadores».
Diputados, un territorio abarcado por los Menem
En la Cámara de Diputados indican que, igualmente, la figura del Presidente de ese recinto, Martín Menem, ha ido incrementándose con el pasar de las semanas. «Aunque no lo veamos, está negociando con todos los bloques», afirman.
Este lunes hubo una reunión de los libertarios con los bloques más predispuestos a movilizar la ley -PRO, UCR y Hacemos Coalición Federal-. Según dejaron entrever, «hubo buena predisposición» y se avanzó con un segmento del megaproyecto de 664 artículos y 6 anexos.
El diputado riojano de La Libertad Avanza tiene a su lado a un colaborador importante que frecuenta seguido la Casa Rosada y las oficinas de Francos, Eduardo ‘Lule’ Menem, su primo; quien funciona como uno de los brazos operativos de LLA en la Cámara baja. «Conoce muchos resortes y lo ayuda mucho a Martín», dice alguien que conoce la dinámica parlamentaria actual.
Fuente: Diario Uno.
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