El consumo en Argentina registró una leve señal de recuperación durante julio, con un crecimiento del 1,8% en la medición desestacionalizada respecto al mes anterior. A pesar de que, en términos interanuales, las ventas cayeron un 5,6%, la disminución del ritmo de la caída sugiere una desaceleración respecto a los meses anteriores, según un informe de la Cámara Argentina de Comercio (CAC).

La CAC destacó que el ritmo de caída del consumo disminuyó en julio, acercándose a los niveles observados en mayo, y señaló como un dato positivo el incremento del consumo respecto a junio, algo que no se veía desde abril de 2024. Sin embargo, durante los primeros siete meses de este año, el indicador muestra una caída acumulada del 6,2% en comparación con el mismo periodo de 2023.

El informe reveló que el ingreso nominal promedio por hogar en julio se estimó en $1.307.000, lo que refleja una caída del 17% en el poder de compra. A pesar de esta baja, la entidad sostuvo que «el ingreso real continúa estando en niveles bajos, pero la disminución en el ritmo de la inflación podría iniciar una leve reactivación del consumo».

En este contexto, la CAC se mostró optimista respecto al futuro cercano, destacando que «la reanudación del proceso desinflacionario contribuyó positivamente a una tímida recuperación desestacionalizada del consumo, el cual podría iniciar un paulatino camino ascendente». Este optimismo se basa en la estabilidad cambiaria mantenida a través del esquema de «crawling peg», que ha favorecido la desaceleración inflacionaria en los últimos meses.

No obstante, la entidad advirtió que factores como la suba de tarifas y la quita de subsidios a los servicios públicos podrían representar un desafío para mantener esta recuperación. La CAC considera que el impacto de estas medidas sobre el ingreso real de los hogares será un elemento crucial en la evolución del consumo en los próximos meses.

En cuanto a los distintos sectores económicos, la CAC informó que el rubro de indumentaria y calzado registró una caída del 19,1% interanual en julio, atribuida a la postergación de consumos no esenciales debido a la reducción del ingreso real de los hogares. En tanto, el segmento de transporte y vehículos mostró un descenso interanual del 8,9%, influenciado por la contracción del poder adquisitivo y una menor demanda de combustible.

Finalmente, el informe detalló que el sector de recreación y cultura experimentó una baja del 19,7% interanual, también motivada por la disminución en el poder de compra de las familias. Por otro lado, el apartado de vivienda, alquileres y servicios públicos presentó un crecimiento interanual del 2,9%, impulsado principalmente por un aumento en la demanda de energía eléctrica.

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