El Escuadrón 29 de Gendarmería Nacional en Malargüe vivió un momento significativo con el traspaso de mando, donde el comandante Marcos Gregorio Ortiz asumió la jefatura en reemplazo del comandante principal Marcelo Soler, quien destacó en su gestión por la amplia labor social y operativa desarrollada.
En su primera declaración como jefe del Escuadrón, Ortiz manifestó: «Para mí es un orgullo asumir este cargo. Soy oriundo de Tunuyán, y volver a mi provincia después de 27 años, liderando un escuadrón histórico como el 29, implica una gran responsabilidad. Trabajaremos junto a la comunidad, para quien nos debemos, y continuaremos enalteciendo la labor de quienes han contribuido al prestigio de esta unidad desde su creación».
El comandante Ortiz destacó las particularidades de la jurisdicción del Escuadrón 29, que abarca una extensa superficie, conjugando montaña y llano, además de su importante rol en Malargüe, San Rafael y General Alvear. “Sabemos de los desafíos que implica la amplitud territorial, pero nuestro compromiso es estar presentes y brindar apoyo donde sea necesario”, afirmó.
Proveniente de la Escuela Superior de Gendarmería General de Brigada Manuel María Calderón en Buenos Aires, Ortiz enfatizó que su línea de trabajo estará enfocada en las misiones de seguridad interior y defensa nacional, siempre en colaboración con la comunidad local.
Por su parte, el comandante saliente, Marcelo Soler, realizó un balance positivo de su gestión. “Hubo procedimientos de gran impacto, desde la lucha contra el narcotráfico hasta casos de abuso sexual infantil. También se trabajó intensamente en la asistencia social, especialmente en zonas rurales y en situaciones de emergencia climática”, detalló.
Con visible emoción, Soler destacó el legado de los retirados y pensionados de la institución, quienes lo inspiraron a continuar con la misión encomendada.
“Ellos enfrentaron tiempos más difíciles, y su esfuerzo es un ejemplo para quienes seguimos en esta labor”, expresó.
Un legado de compromiso
Soler también recordó algunos momentos significativos durante su gestión, como el rescate de estudiantes en Los Molles y de familias afectadas por un viento blanco en un paso cordillerano, así como las intervenciones en el Valle de las Lágrimas. “Todo esto fue posible gracias al compromiso del personal, quienes son el motor de cada operación”, señaló.
El ahora subdirector educativo de la Escuela de Gendarmería Nacional Martín Miguel de Güemes cerró su etapa en Malargüe agradeciendo profundamente al personal y a la comunidad.
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