
La Federación petrolera decidió suspender al secretario general Gabriel Barroso tras denuncias internas de usurpación de sello, bloqueo de cuentas y una prolongada ausencia, y convocó elecciones para renovar la conducción gremial.


La decisión fue adoptada por unanimidad en una sesión plenaria, donde se presentaron los reclamos contra Barroso y se acordó apartarlo temporalmente mientras se desarrolla el proceso electoral. Entre las acusaciones figuran el uso indebido del sello institucional, restricciones sobre las cuentas oficiales del gremio y la ausencia sostenida del dirigente, lo que habría debilitado la institucionalidad interna.
El objetivo oficial es preservar la transparencia del próximo pleito gremial y restituir la normalidad democrática dentro de la Federación. La convocatoria busca que los afiliados participen activamente en la elección de nuevas autoridades, fortaleciendo la legitimidad del liderazgo.

Este episodio ha generado fuertes reacciones en el ámbito petrolero y sindical, pues puede reorganizar el mapa de poder interno del gremio. La atención está en los candidatos que emerjan y en cómo se desarrollará la campaña interna heredera de esta crisis institucional.
En Mendoza, las organizaciones locales del sector petrolero seguirán de cerca el proceso, dado que las resoluciones de la Federación suelen tener repercusiones directas en las estructuras regionales. La expectativa está puesta en que el nuevo mandato devuelva estabilidad al organismo y claridad a sus afiliados.

El llamado a elecciones marca un punto de inflexión en un momento delicado para el sindicalismo petrolero, y todos los ojos estarán puestos en el siguiente capítulo de esta disputa interna.
Fuente: Los Andes

