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 Luego de que miles de jubilados salieran a la calle para realizar largas colas en las puertas de los bancos para cobrar su haber, el abogado y defensor de la Tercera Edad, Eugenio Semino, pidió al presidente Alberto Fernández la renuncia de dos funcionarios del Gobierno: del titular de la Anses, Alejandro Vanoli y el secretario de Seguridad Social, Luis Bulit Goñi.

«Ante la grave situación de violación de la cuarentena por parte de funcionarios del propio Estado, que han hecho que miles de jubilados estén durante toda una noche esperando para cobrar lo que les corresponde y que no les pagó el Estado desde hace quince días, es indispensable que el Presidente de la Nación pida la renuncia del Secretario de Seguridad Social Luis Bulit Goñi y del Director de ANSES Alejandro Vanoli», dijo Semino en redes sociales.

«La responsabilidad de lo que hoy está pasando recae sobre ellos, que han violado a través de su inconducta institucional la norma básica de la cuarentena y los principios de la salud pública y el sanitarismo».

Según las estimaciones de defensor de la Tercera Edad, cerca de 1,5 millones de jubilados no cuentan con tarjeta de débito para el cobro de sus jubilaciones. “En el interior, el 90% va a cobrar al banco. Hubo una idea de que les iban a enviar la tarjeta a la casa. Pero no es tan fácil. Una persona de 80 años que nunca usó tarjeta no puede manejarlo de un día para otro”, señaló Semino.

Estimó que como consecuencia de la falta de previsión, luego de esperar horas en la calle, en una noche de frío, muchos jubilados podrán verse afectados por enfermedades que pueden hacer colapsar el sistema de emergencias de salud, especialmente en la provincia de Buenos Aires y en el marco de la pandemia por el coronavirus.

Semino señaló que el 20 de marzo —día en que comenzaron las medidas de aislamiento y que no abrieron los bancos— desde la Defensoría solicitaron a la ANSES un cronograma y un operativo especial para el pago de jubilaciones. Pero que no obtuvieron respuesta.

Los jubilados que se concentraron masivamente en las sucursales desde la noche del jueves son los que aún no pudieron cobrar los haberes que deberían haber recibido durante el mes de marzo. “Era un tema que estaba invisibilizado. Recibíamos entre 300 y 400 jubilados por día que nos decían que no tenían para comer”, detalló Semino.

El abogado señaló que con la apertura de sucursales durante el sábado y el domingo se va poder descomprimir la situación y recordó que a partir del miércoles de la próxima semana se inicia un nuevo cronograma de pagos, pero en este caso, se cobra según el número de terminación del documento. Por lo tanto, la asistencia va a estar más acotada.

Fuente: La Nación/Infobae/El sol.

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