Por Eduardo Araujo 1º de Marzo de 2019

Concluyó ayer el mandato de las autoridades del Honorable Concejo Deliberante, pero quien estába a cargo de la presidencia, el justicialista Raúl Rodríguez, no convocó en los días previos a la sesión preparatoria para elegir a las nuevas, por lo que quien debe asumir la presidencia del Cuerpo es el edil de mayor edad, casualmente Rodríguez.

En declaraciones a FM Eólica Rodríguez dijo “estoy presidiendo el Concejo Deliberante, a partir del 1 de Marzo Fernando Glatigny ya no será más el Presidente y debe ser el turno del Concejal de mayor edad, como Rodolfo Cabeza no va a estar, seguiré presidiendo. El día 7 (de marzo) se hace la apertura de sesiones donde se forman las distintas comisiones y se decide los días que va a funcionar el Concejo y para el 14 de marzo empezaríamos con las sesiones ordinarias”.

Luego acotó “como es el deseo de todos que estemos todos los concejales presentes para la elección de autoridades, se fijó para el lunes 25 de marzo ese acto, cuando se elegirá Presidente, Vicepresidente primero y Vicepresidente segundo”.

Lamentable. Los ediles han privilegiado “el deseo” de todos ellos sobre lo que fijan las normas. Rodríguez debió convocar en tiempo y forma a la sesión como está prescripto y si en esa sesión no se hubiera logrado el quorum necesario o la elección por alguna razón no su pudiera haber realizado entonces sí se tendría que haber procedido a entrar en vigencia los mecanismos previstos reglamentariamente.

No hay una sola letra en la normativa vigente que exprese que las autoridades se elegirán de acuerdo al “deseo” de los integrantes del cuerpo o que tengan que estar los 10 ediles para proceder a ello, como algunos también han hecho trascender.

Este es un año político y nuestros ediles no piensan más que en ellos mismos y en sus conveniencias personas, hoy lo han demostrado. Puedo justificar que alguno falte por razones de salud, pero es injustificable que otros estén de vacaciones justo cuando tiene que cumplir una responsabilidad institucional tan importante como es la de darnos las autoridades del Concejo, máxime cuando su titular hace las veces de viceintendente y, por lo tanto, su reemplazante natural, como ha sucedido estos días que Jorge Vergara Martínez se encuentra ausente.

La oposición claramente tiene responsabilidades porque uno de sus hombres es quien debió convocar a la sesión especial preparatoria y si él no lo hubiera hecho tiene los números suficientes para convocar a sesión especial. Los justicialistas han hecho su juego y ello es lícito, aunque no lo pueda compartir.

Me resulta llamativo que el oficialismo se haya enredado en su propia interna y haya actuado con tanta irresponsabilidad.

No me cabe duda que los intereses personales y los egos de algunos terminaron por arrastrar a la totalidad y eso pudo más que las leyes y los reglamentos.

En síntesis, la rosca política, otra vez, pudo más que la institucionalidad.