Por Eduardo Araujo-15 de Febrero de 2018

Las dos senadoras provinciales que residen en nuestro departamento, Camiolo y Ruíz, están siendo noticia a nivel provincial porque se han enfrascado en la discusión por el nombre del hospital.

La primera propone el del Dr. Pedro Lombardo, el médico pediatra que falleció en diciembre pasado, y la segundo el de Raúl Alfonsín, el presidente de la república que tuvo lo inauguró.

El tema ya había sido tratado por el Concejo, le que se expidió, por mayoría, a favor del nombre del ex presidente. Camiolo desconoce esa resolución porque, argumenta, no estuvieron todos los concejales presentes, como si cada vez que el Cuerpo se expidiera sobre un tema ello fuera necesario. De ser así muy pocas leyes podrían aprobarse en la cámara de que ella misma integra.

Al proponer el nombre de mi querido ex profesor y colega docente Pedro Lombardo la senadora nos lleva a un campo que ella conocer muy bien por su profesión, el de las emociones a muy poco tiempo de su muerte. “Pedrito” tiene méritos más que suficiente para ser homenajeado. Pero recuerdo que en Malargüe también todos sentimos lasdesaparicionesfísicas de quienes fueron otros abnegados médicos como el Dr.Francisco Luskar, los esposos Juin, las queridas enfermeras Casiana(Cabeza) o doña Palma.

Por otra parte, si bien Alfonsín inauguró el hospital cierto es que su construcción había empezado durante los últimos años del Proceso de reorganización militar.

Sinceramente me parece bajo este juego, tan bajo como el del aquel medio que con tal de ganar un seguidor más rápidamente sacó una encuesta para ver cuál de los dos nombres es el que debe ponerse sin cuestionar el accionar de las legisladoras que hacen política barata en lugar de trabajar por nuestro departamento en un sector tan sensible como lo es el de la salud.

Si al hospital lo seguimos llamando “Malargüe” o cualquier otro nombre a ninguno de nosotros, simples mortales, no nos cambiará nada. Sin embargo, no desconozco que el nombre de una institución tenga su importancia, pero que nuestras legisladoras con todos los problemas que en materia de salud tenemos en Malargüe se enfrenten por ese tema y que por ello haya fracasado la última sesión del Senado habla que nuestros políticos están muy alejados de las reales necesidades del pueblo.

Me gustaría que tanto Camiolo como Ruíz discutieran y compitieran por traernos más profesionales a Malargüe, que se nombraran las enfermeras que hagan falta en el hospital y el Área sanitaria. Que lucharan por un mejor equipamiento hospitalario, por más ambulancias, mejoramientos de los centros de salud, médicos para la zona rural, protección de la maternidad vulnerable, un centro de rehabilitación de adictos y programas serios de prevención de adicciones, entre otros aspectos que hoy la salud de Malargüe necesita.

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