A las 08:30, en el Centro de convenciones y exposiciones Thesaurus se reanudará el juicio por la muerte de Nélida Villar, que falleció víctima de heridas de arma blanca el 07 de mayo de 2013 en cerro Ceferino.
Por el caso son juzgados Abel Vázquez Correa, quien llega a esta instancia acusado de homicidio agravado por el vínculo ya que, presumiblemente, sostenía una relación oculta con Villar y por mediar violencia de género; y su esposa, Lucía Carrasco, cuyo encuadre penal es el de homicidio simple u homicidio por emoción violenta, ya que una de las teorías del caso es que Carrasco habría encontrado a Vázquez y Villar manteniendo relaciones sexuales y en ese contexto podría haberse producido el ataque
Los jueces Néstor Ariel Murcia, que ejerce la presidencia del tribunal, Jorge Yapur Meca y Sergio González, ayer dieron comienzo a la audiencia precisamente en cerro Ceferino donde el perito en criminalística que ejercía la Jefatura en la zona sur al momento del crimen dio detalles de cómo fue encontrado el cuerpo y los indicios que le indicaron a él cómo podría haber sido cometido el crimen.
Primeramente, les explicó a las partes que el ingreso de Nélida al predio se produjo, aparentemente en una situación de violencia, por el antiguo molinete que se ubica en el sector, cuyo hierro ubicado en el lugar le habría producido una lesión en la zona inguinal.
Luego, según el funcionario policial, la víctima, su agresor o agresores, se dirigieron hacia la capilla más grande ubicada en el lugar donde a unos pocos metros habría recibido una puñalada que no impactó en su cuerpo sino en las prendas que llevaba, luego hubo otra que le produjo una herida en la zona abdominal y la tercera, que ingresó en la zona de la quinta costilla, que terminó a los pocos minutos, no más de tres, con su vida.

Tres policías realizaron una recreación de cómo se habría producido la situación descripta.
Según el perito, Nélida no presentaba lesiones compatibles con una acción de lucha, por lo que habría sido inmovilizada por una persona de mayor contextura física que ella o bien por alguien que la sujetaba desde atrás mientras otra persona le producía las heridas.


En el terreno, al día siguiente, pudieron observarse huellas de arrastre desde el lugar donde recibió las lesiones hasta el costado sur de la capilla donde fue encontrada sin vida.
Descartó que la muerte se hubiera producido en otro lugar, como así también un abuso sexual y el móvil del robo, hipótesis que también se barajó en la investigación.

En el terreno marcó el lugar donde se encontró la bicicleta que Nélida había recibido como regalo de cumpleaños un mes antes y en la que ese fatídico día salió hacia la zona sur de nuestra ciudad con la promesa de llegar antes de las 16:30 para acompañar a una de sus hermanas al lugar donde trabajaba.
Cuando se resolvieron todas las dudas de las partes en cerro Ceferino, se retornó al lugar donde se realiza el debate y continúo la exposición del perito, quien aportó dos datos: Las características de las heridas hablan de que entre víctima y victimario o victimarios había algún tipo de relación sentimental, “de amor o de odio” y que le llamó la atención la amabilidad con la que fue recibido en las viviendas donde realizó pericias nocturnas en busca de pruebas para la investigación. La cortesía por parte de los dueños de casa no es lo que prima, según él, al momento de realizar este tipo de medidas.

Más tarde llegaron a la sala de debates personas que trabajan en la barraca propiedad de la familia Vázquez en ese momento y una persona que dijo haber observado una camioneta gris en callejón Ibáñez, hoy calle Los zorzales, lugar donde el acusado Vázquez Correa expresó haber tenido un encuentro íntimo con Nélida.
Tras un cuarto intermedio, los testimonios de la tarde estuvieron centrados en corroborar los dichos de una mujer que en la jornada anterior había expresado que junto a su hermano se dirigieron a la zona de cerro Ceferino a buscar un perro donde dijo haber observado una camioneta roja vieja y debajo del puente del río Malargüe, otra camioneta gris tipo Hilux. Para el momento de los hechos Vázquez Correa tenía una camioneta Toyota Hilux gris y un tío de su esposa una camioneta roja.
Según el propietario de la camioneta roja la misma estaba en reparación en un taller mecánico, por lo que prestó declaración el propietario de ese lugar y un empleado quienes dieron sus versiones de los hechos.

Para concluir la jornada se dispusieron nuevas inspecciones oculares, en esta oportunidad se realizó el recorrido que habría realizado la tarde del homicidio el imputado, Abel Vázquez, su encuentro con Nélida y hacia donde se dirigió, una vez que terminó dicho encuentro.
Inmediatamente las partes volvieron a cerro Ceferino para chequear información recibida por quienes el día anterior habían buscado al perro y se terminó en inmediaciones del camping municipal donde Vázquez Correa dijo que solía mantener encuentros con la víctima.
Para hacerte llegar lo que pasa en Malargüe y en la provincia de manera personal, te invitamos a que seas parte del grupo de WhatsApp de Ser y Hacer en donde sólo recibirás noticias, en ningún momento estará abierto, por lo que sólo te llegará lo que subamos a nuestra web. Te dejamos el link para que te puedas unir: https://chat.whatsapp.com/ICTdkNFlpywEWnhvAs5H1k
