El pasado martes 10 de junio se conmemoró en nuestro país el Día de la Seguridad Vial, una fecha que invita a la reflexión sobre cómo nos comportamos en la vía pública, y que en Malargüe se sintió con especial dolor.
Días después de esa efeméride, nuestra comunidad se vio sacudida por la trágica muerte de una joven enfermera de apenas 30 años. Y casi sin darnos respiro, el viernes tomamos conocimiento de un nuevo choque frontal en la Ruta Nacional 144, en el que también malargüinos se vieron involucrados.
Las redes sociales no tardaron en estallar con comentarios de todo tipo. Muchos de ellos cargados de dolor, de impotencia, de bronca. Otros, en cambio, se enfocaron en señalar con el dedo, atribuyendo responsabilidades incluso antes de que los organismos competentes se hayan expedido.

Como medio de comunicación, no nos corresponde juzgar ni emitir veredictos. Para eso están las autoridades correspondientes, que esperamos puedan esclarecer los hechos con la seriedad y celeridad que las circunstancias exigen.
Más allá de la crónica puntual de estos episodios, creemos que lo fundamental es detenernos a pensar. Pensar en nuestra responsabilidad individual y colectiva como usuarios de la vía pública: peatones, ciclistas, motociclistas, automovilistas. Porque nadie está exento de protagonizar o verse involucrado en un incidente vial. Y no siempre se trata de una imprudencia propia; a veces es el accionar del otro el que pone en riesgo nuestra vida.

En ese sentido, no parece justo ni productivo adoptar una postura acusatoria y simplista. Lo esencial es preguntarnos: ¿cómo nos movemos por la ciudad? ¿Estamos atentos al entorno? ¿Respetamos las normas? ¿Somos conscientes de que un segundo de distracción —una notificación en el celular, un cambio de emisora en la radio— puede cambiarlo todo?
Preocupa el número creciente de conductores que circulan bajo los efectos del alcohol en Malargüe. Las estadísticas lo confirman y los partes policiales lo reflejan semana tras semana. Es evidente que se necesitan controles más firmes y constantes. Pero también es fundamental trabajar en la prevención y en la educación vial desde edades tempranas.

En este aspecto, es valioso destacar el rol que está cumpliendo el Juzgado Vial de nuestro departamento, promoviendo charlas en escuelas y actividades de concientización. Nunca habíamos tenido en Malargüe un juez vial con el compromiso que hoy tiene el Dr. Juan Manuel Negro, que cumple esa función. Sin embargo, ninguna política pública puede ser efectiva si no cuenta con el compromiso activo de la ciudadanía.
La seguridad vial se construye con hábitos. Con respeto. Con empatía. Con la plena conciencia de que en cada cruce, en cada esquina, en cada maniobra, nos jugamos más que una infracción: nos jugamos la vida.
Ojalá que el dolor de estos días no quede encapsulado en el impacto inmediato de la noticia. Que nos sirva, en cambio, como llamado de atención. Que nos mueva a revisar nuestras conductas, a exigir pero también a asumir responsabilidades. Porque solo así podremos lograr que nuestras calles y rutas sean un espacio más seguro para todos.
Para hacerte llegar lo que pasa en Malargüe y en la provincia de manera personal, te invitamos a que seas parte del grupo de WhatsApp de Ser y Hacer en donde sólo recibirás noticias, en ningún momento estará abierto, por lo que sólo te llegará lo que subamos a nuestra web. Te dejamos el link para que te puedas unir: https://chat.whatsapp.com/EOLgCv3eBtE8l8ypNnja6M
