El hospital Malargüe confirmó esta noche dos casos de Covid-19, pero el laboratorio Covid zona sur informó de tres casos.

Ser y Hacer on line pudo conocer que desde Malargüe hoy se enviaron solo dos muestras para analizar, por lo que habrá que esperar en las próximas horas para dilucidar el por qué de la información surgida en San Rafael.

Desde que se dio a conocer la información el pánico se apoderó de algunos, el dedo acusador caracterizó a otros y la intranquilidad, en mayor o menor medida, en todos los malargüinos.

Como desde este medio hemos venido diciendo que estamos frente a una pandemia, es decir, una enfermedad epidémica que se extiende a muchos países o que ataca a casi todos los individuos de una localidad o región. En el departamento ya tuvimos el virus en abril. Por lo tanto, no hay que tener miedo, sino extremar las medidas de prevención.

Estas son horas para ser prudentes. No desesperarse. No acusar a nadie, porque nadie elige tener una enfermedad. Es que, tal vez, alguien, como tantas veces pasa en otras cuestiones de la vida, estuvo en el lugar y en el momento equivocado, o tal vez no, solo le pasó y punto.

Los medios de comunicación ni el personal de salud estamos en condiciones en estos momentos de dar a conocer los nombres de las dos mujeres con Coronavirus porque ellas tienen el derecho constitucional a preservar su identidad y porque todo es demasiado pronto. Esperemos algunas horas, todo se informará en su debido momento. Esta noche, el silencio es salud.

Hay que ser solidarios con los pacientes, porque tanto para ellos como para sus familias son momentos difíciles.

Sembrar la duda de que se oculta información, hacer circular audios anónimos, prestarse a reproducir rumores son medidas de una irresponsabilidad tal que hasta puede dar lugar a la intervención de la justicia.

En estos momentos el personal de salud, con apoyo de otros organismos nacionales, provinciales y municipales, está notificando a las personas que se deben aislar obligatoriamente. Seguramente, mañana se harán hisopados a muchas de ellas.

El personal de salud está capacitado, dejémoslo actuar sin presionarlo. Confiemos en su profesionalismo, de lo contrario reinará el caos y todo puede empeorar porque nadie tiene nervios de acero.

A los ciudadanos comunes solo se nos pide que usemos correctamente los tapabocas y barbijos. Realicemos una correcta higiene de manos con abundante jabón o en su defecto usar alcohol en gel. Mantener distanciamiento de dos metros entre una persona y otras, salir de nuestros hogares sólo por actividades esenciales, hacer las compras para varios días. No reunirnos con amigos ni con familia no conviviente y, por sobre todo, no prestarnos a generar pánico.

Es tiempo de quedarnos más en nuestras casas, reflexionar y tratar de colaborar en lo que esté a nuestro alcance, especialmente con las personas más cercanas a nuestros afectos.

Hay que cambiar el miedo por la responsabilidad personal y social.