Oscar Chena es escritor y Licenciado en Geología y aunque nació en General Alvear, es hijo de Malargüe por adopción. Lo notable es que este territorio aparece en sus obras más importantes. Lo vimos en Agua dulce, agua amarga y en Los únicos privilegiados fuimos los niños. Dos obras que los malargüinos deberíamos tener leídas, por la fuerza que emana de ambas tan unidas a Malargüe -como una pequeña Argentina-. Son un espejo de lo que somos, fuimos y podríamos ser.
Chena, fiel a esta tierra, ubica a los personajes de su última novela Atuel, el alma de la tierra, en nuestros amplios e imponentes paisajes y llevan sus historias de amor, desencuentros, turbaciones desde el Valle de Los Molles, Las Leñas, Bardas Blancas, la Payunia, entre otros, buceando en su geología, acontecimientos históricos, su cultura, educación.
Es una novela para una lectura de principio a final, sin baches, encadenada, con un discurso amable, lleno del amor que emana del orgullo y el asombro de saberse habitante de este admirable departamento.
Queda la invitación realizada: una obligación para los educadores que deseen trasmitir la propia cultura a sus estudiantes; una salida a quienes en épocas de encierro quieran volar por nuestra tierra con su imaginación; un descubrimiento para los jóvenes que buscan historias atrapantes; para emprendedores turísticos, un compañero de viajes que colabore en la descripción de paisajes.
Por Lic. Ruth Mercado.
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