Anoche, cuando llegó el sereno de la escuela Nicolás Bustos Dávila se encontró que nuevamente habían pintadas en el edificio escolar, en este caso puntualmente en la puerta de acceso al salón de usos múltiples.
La comunidad educativa repudió el hecho y puso en conocimiento de la situación a las autoridades de la Dirección General de Escuelas.
«¿Cómo es posible que en esta época donde todos nos tenemos que cuidar, dónde todos debemos ser solidarios haya gente que tenga tiempo dañar un edificio público?» se preguntaron los integrantes del equipo directivo.
«Los papás colaboran mucho en tiempo de clases y muchas reparaciones menores se hacen con el aporte de ellos. Hace unos días se realizó la reparación de cerraduras y nos hemos quedado sin dinero para pintar, al no haber clases no se pueden generar ingresos y eso dificulta todo» indicó la directora de la escuela Prof. Valentina Sela.

La angustia y el dolor se apoderó de los integrantes de los docente y de los padres que estrechamente colaboran con ellos para que la escuela luzca impecable.
Las pintadas fueron realizadas entre la tarde de ayer y las primeras horas de la noche, de acuerdo a lo que se ha podido establecer hasta el momento. Se efectuaron en la puerta al salón de usos múltiples que da a la esquina de Maza y José María Domínguez.
Cabe recordar que las paredes de ese establecimiento educacional, ubicado en la zona sur de la ciudad de Malargüe, fueron pintadas con leyendas antiminería cuando la legislatura de Mendoza trató el proyecto que buscaba diversificar la matriz productiva de nuestra provincia posibilitando la extracción de minerales metalíferos.

