Al finalizar el Festival de Laborde, dónde volvieron a mí mil recuerdos bellos de cuando tuvimos la oportunidad de representar a nuestra Mendoza en ese tremendo escenario, me agarró una fuerte nostalgia, y a la vez una tristeza enorme ¿Saben por qué? Porque recordé como cada labordence, cada vez que ingresábamos a un negocio o simplemente caminando por sus veredas, nos comenzaban a hablar de su festival, nos preguntaban en qué rubro participaríamos, con un amor y respeto inexplicable.
Allí es donde comienzo a amargarme, también a enojarme y a no entender el por qué, el por qué aquí en Malargüe solo criticamos, hablamos mal, menospreciamos el hermoso Festival del Chivo que tenemos, con artistas de la ostia, con ballets que nos visitan de todo el país felices de poder estar en nuestro Certamen de canto y danza y llegar a ser finalistas para poder pisar terrible escenario, y eso te alegra tanto el alma.
Nuestro festival trasciende gestiones, partidos políticos, trasciende límites, trasciende organizadores, también.
Ayudemos a que siga creciendo, generemos nosotros mismos el clima festivalero, tanto en los negocios, nuestros hogares, siendo promotores y difusores de nuestra Fiesta.
En ésta época se beneficia el supermercado, el artesano, el kiosco, las panaderías, el vendedor ambulante, el artista, los hospedajes, etc.
Es muy feo escuchar comentarios, o ver mansajes en las redes sociales de malargüinos que critican, por ejemplo la grilla de artistas del festival sin saber ni siquiera quienes vienen; hablan sobre los precios de los quinchos, sin ni siquiera tener pensado ponerse a trabajar en uno de ellos.
Que si cobran o no la entrada. Te preguntaste alguna vez el por qué no se cobra. Analicemos juntos: Para cobrar una entrada, hay que hacer un cierre perimetral, que por cierto sale fortuna, doblar la seguridad, que sale fortuna. ¿Qué precio le pondría usted a la entrada? Una entrada popular hoy es $1.000, en una familia tipo. ¿Cuántas noches podría llegar a disfrutar asistiendo una familia malarguina al festival, una noche, dos noches? Si pagó la entrada seguramente no consumirá en los quinchos. Sepa que históricamente los años que se cobraron la entrada, a eso de las 00:00 o 01:00 hubo que levantar taquilla porque no ingresaba gente al predio ¿Eso no lo recordaban? Cuando se pidió colaboración con 1 litro de leche que fue mínima la colecta de la misma.
Muchas veces decimos deberían cobrar la entrada, sin embargo, cuando hay un espectáculo de nuestros artistas son muy pocos los que se ven apoyados por el pueblo. ¡Cuesta tanto llenar un Centro de convenciones cada vez que se propone un espectáculo!
¡Que tristeza gente! ¡Qué pena da que nosotros mismos, quienes vivimos en Malargüe no podamos ver todo lo bello y maravilloso que tenemos!
Que mal que gastemos nuestras energías en cosas que hacen daño a nuestro propio pueblo, en vez de desear que cada año nuestro Festival sea mejor, que nos vaya bien a todos, que podamos disfrutar unos días con bonita música y danza, compartiendo con la familia, amigos, con turistas que apoyan y confían en Malargüe, y aunque me da mucha pena decirlo, gente de afuera que sabe apreciar y valorar todo lo que tenemos.
Sé que faltan cosa, que hay que cambiar otras tantas, pero en vez de ver esa cara, los invito a ver desde otro lado, demos vuelta la carátula, disfrutemos, conozcamos, acerquémonos, demos una mano, tratemos de solucionar, pero no detrás de un teléfono sentados en casa, sino desde el lugar del otro.
Tengo mucha fe de que el día que cambiemos nuestra mirada, renovaremos nuestras energías en Malargüe y recordemos siempre que una gota de amor puede curar un mar de tristeza.
Por Prof. Lorena “Loly” Bustos.
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