Al cumplirse el primer del fallecimiento de Rodrigo Belmar Sánchez sus familiares y amigos organizaron una marcha pidiendo justicia, que los dos detenidos por ese crimen reciban la máxima condena y que la mujer que tenía en su poder el arma homicida esté en prisión.

A la manifestación se sumaron familiares de otras víctimas de delitos aberrantes, como los de Nélida Villar (apareció muerta por arma blanca en cerro Ceferino), Adriel Gutiérrez (niño de dos años que murió atropellado por una camioneta cuyo conductor se dio a la fuga), Carlos Moyano (murió el año pasado apuñalado en proximidades de El Chacay), Waldo Vera (murió producto de golpes en su cuerpo en 2015), Emanuel Alfaro (fallecido el año pasado en circunstancias dudosas en barrio Carbometal), Luis Reinaldo Aravena (desaparecido hace más de 11 años), Diego Becerra (murió en Neuquén y su cuerpo fue quemado mientras estaba con vida).

Los manifestantes partieron desde Av. Roca y San Martín, dirigiéndose por ésta hasta su intersección con Inalicán, culminando frente a las puertas de la parroquia Ntra. Sra. del Rosario donde el Pbro. Luis Sanjurjo elevó una plegaria por el alma de los fallecidos y la paz para sus familiares.

“Justicia, justicia, justicia” fueron las únicas palabras que se pronunciaron a los largo de la marcha, en algunos momentos acompañadas por palmas. Rostros compungidos y con lágrimas en los ojos fueron el común denominador entre los participantes, que se les hace difícil tener consuelo en medio del dolor por la pérdida en manos de terceras personas de sus seres queridos.

“Esta será una de las muchas marchas que tendremos para que se haga justicia por nuestros hijos. Espero que en la próxima seamos muchos más, que nuestro Malargüe se levante y pida justicia por los hijos que nos han llevado” expresó Érica Sánchez, madre de Rodrigo Belmar cuando la gente comenzaba a desperdigarse.

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